Denuncian que las obras en la Avenida Cuíña bloquean el acceso a una veintena de fincas

Un grupo de vecinos de Lalín conmina al Concello a reponer a su estado original los accesos a sus fincas, anexas al multiusos, que quedaron bloqueadas por los trabajos de acondicionamiento de la Avenida Xosé Cuíña. La quincena de afectados posee en torno a una veintena de predios a los que se accedía directamente a través de este vial circunvalatorio que, con la construcción de aceras y la ampliación de la rotonda de O Regueiriño quedaron afectados. También desembocan en un talud de unos cinco metros de alto dos caminos de servicio; el primero que parte de la Carballeira da Crespa, y el otro que confluye en el Paseo do Pontiñas.

José Lamas, uno de los propietarios de los terrenos, explica que durante el proceso de participación pública de la ocupación directa de los terrenos habían presentado ante el Concello dos alegaciones que fueron resueltas a su favor. Fue en febrero de 2021 cuando se conminó a la administración local a realizar mediciones de la franja ocupada para determinar la superficie afectada, la ejecución de un acceso para una finca de su titularidad o el reconocimiento de los perjuicios económicos generados por la pérdida del arrendamiento de este predio, cifrada en más de 1.800 euros anuales. Y, al mismo tiempo, que la consecución del terreno se llevase a cabo mediante un convenio de mutuo acuerdo.

Tiempo después el gobierno municipal le comunicó que antes del levantamiento de las actas de ocupación se procedería al deslinde de los terrenos y que el plan de obra no preveía “la modificación de la rasante actual de la Avenida Xosé Cuíña en el acceso existente al camino de servicio a la finca, debiendo mantenerse el acceso de personas y maquinaria al resto de la finca matriz”. Al mismo tiempo se abría a un posible convenio de mutuo acuerdo. La otra alegación, con semejante filosofía, fue registrada por los dueños del predio conocido como Nabal da Cancela.

"Pisotean nuestros derechos"

Los vecinos indican que el Concello, a pesar de dar por buenas sus alegaciones, continuó acometiendo una obra que cerró la entrada a sus fincas y a los dos caminos de servicio, con serias dudas de que ahora puedan habilitarse unos accesos en una zona que quedó enterrada por detrás de aceras y la base de una glorieta. “Podemos aceptar la ocupación de los terrenos, pero no que se pisoteen nuestros derechos”, indica Lamas. También pedirán una nueva medición de la superficie afectada, pues entienden que se ocupó más terreno del previsto.

Días atrás siete de los damnificados remitieron un escrito al Concello en el que exponen las razones antes descritas y con el que piden “el cese de las actuaciones realizadas en vía de hecho restableciendo la situación jurídica perturbada, esto es, restableciendo el acceso de personas y maquinaria agrícola a las propiedades”. En caso de que el ayuntamiento no asuma estas reivindicaciones, los vecinos acudirán a la vía judicial para reclamar lo que entienden son sus legítimos derechos.