El nuevo conde de Ximonde

Los cormoranes se han vuelto aves estacionarias en el cauce del Ulla, donde salmón y trucha forman parte de su dieta

Un cormorán sobre un tronco en el río Ulla.

Un cormorán sobre un tronco en el río Ulla. / Salva Ortega

Ana Cela

Ana Cela

Su presencia genera controversia, pero nadie puede cuestionar su belleza. Quienes están acostumbrados a recorrer las riberas del Ulla recuerdan que la presencia de cormoranes en la zona era antes propia de los meses de invierno, en familias menos numerosas que las que actualmente sobrevuelan las aguas a la espera de hacer lo que mejor se les da: zambullirse y nadar a gran velocidad para cazar su alimento. Es como si también pudiesen volar bajo el agua, dejando la superficie para dejarse ver desplegando majestuosamente las alas como quien deja que el viento le peine la melena. Ahora, el cormorán se ha vuelto un ave estacionaria en la zona, donde se le puede ver a lo largo de todo el año en bandadas de más de 30 ejemplares. Le deja al salmón el titulo de rey en el Ulla, pero sin duda reclama para sí el condado de Ximonde.

“Esta época era en la que más cormoranes veías hace muchos años. Era cuando más venían por aquí. Ahora no nos llama tanto la atención porque se hizo un ave más estacionaria”, comenta Salva Ortega, pescador y director de Ás orillas do Ulla, una publicación especializada en pesca fluvial. Estos días fue capaz de fotografiar al córvido de un modo poco habitual, ya que suelen ser ejemplares más fáciles de captar en vuelo o a medio sumergir en las aguas del río.

Un cormorán posado en una rama sobre el Ulla.   | // SALVA ORTEGA

Un cormorán posado en una rama sobre el Ulla. | // SALVA ORTEGA / Ana Cela

Ortega no dejó de reconocer que sobre la presencia de estas aves en el cauce del Ulla existe mucha controversia, ya que son muchas las voces que ponen el acento en el carácter depredador de estos córvidos, que incluyen los alevines de salmón y trucha entre su menú diario. Y son de buen diente.

La Xunta de Galicia realizó un estudio al respecto. El análisis se encamina a determinar la importancia del salmón en la dieta local del cuervo marino grande y se centró en la puesta en marcha de un proyecto piloto mediante el análisis de las egagrópilas –bolas de restos orgánicos que regurgitan y que contienen las partes indigeribles de su alimento– recogidas en sus dormideros en los cotos del Ulla.

Siguiendo sus pasos

Para la realización del estudio, entre octubre de 2020 y abril de 2021 se realizaron recorridos periódicos en el los cotos salmoneros del Ulla, intentando la realización de un censo de zonas dormideras y recogida de muestras. Previamente, se habían soltando 33.814 pintos procedentes de la piscifactoría de Carballedo (Cerdedo-Cotobade),entre Ponte Ulla y Sinde. En el estudio se indica que en los recorridos realizados se pudieron observar un total de 716 ejemplares vinculados a este lecho, con una fuerte entrada de efectivos en la segunda quincena de octubre principios de noviembre. Se indica asimismo, que el número total de cuervos marinos-día para el período octubre de 2020-marzo de 2021 fue de 2.738, oscilando mensualmente entre 300-600.

Un cormorán captado por Salva Ortega.

Un cormorán captado por Salva Ortega. / Salva Ortega

En mayor detalle, se precisa que la mayor carga de cormoranes –una cuestión que también subraya Salva Ortega– se registra en el coto de Santeles y el tramo libre existente entre los cotos de Pontevea y Couso. con bajos valores mensuales en Sinde y Couso.

Impacto "relevante"

Las diferentes técnicas de estudio empleadas permitieron deducir “un impacto relevante sobre la población de salmones, tanto procedentes del stock liberado como sobre la fracción silvestre”. Se observó que la dieta local de estos cormoranes estuvo compuesta de ciprínidos y salmónidos. Especifican que, en términos de abundancia, la contribución de los ciprínidos fue el doble de la de salmónidos, mientras que términos de biomasa ingerida, la contribución fue inversa.

Concluido el estudio, la Xunta se marcó para 2022 la tarea de soltar, a través de su Servizo de Patrimonio Natural de Pontevedra, un total de 30.000 ejemplares de salmón y 6.000 de trucha en dos tramos del Ulla comprendidos entre la confluencia del Deza y el Ulla y en el coto Sinde.

Un comorán batiendo sus alas.

Un comorán batiendo sus alas. / Salva Ortega

Además, en aplicación de un plan de manejo del cormorán en esta cuenca, se programaron capturas de ejemplares en las zonas de suelta de los salmónidos en los propios cotos, con el objetivo de minimizar la mortalidad provocada sobre los stocks liberados, “con una contribución esperable en el incremento de la tasa de retorno de la fase marina de los salmónidos”. A mayores, los ejemplares abatidos que pudiesen recuperarse se utilizarán para determinar la tasa de depredación sobre las piezas micromarcadas de trucha y salmón, un dato que complementaría la detección de micromarcas en los restos gástricos recogidos donde anidan los cormoranes.

El cormorán ha ganado presencia en el Ulla y ha sabido adaptarse perfectamente a la zona. Es posible, incluso, verlo afanarse en la pesca al pie de la presa, lejos de mantenerse en aguas más estancadas. El salmón es el rey, pero este cuervo marino ya es conde.

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