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Un placero muestra sus centollos en el Novo Mercado de A Estrada.BERNABE/JAVIER LALIN

Marisco al congelador para conservar precio

Los encargos para Navidad en la Plaza de Abastos de A Estrada van lentos, aunque muchos prefieren comprar ahora para no encarecer sus platos | La centolla de la ría se asienta en los 16 euros, pero la cigala se dispara

La lluvia ha concedido una tregua y los estradenses se animan a aprovechar los débiles rayos de sol para salir a la calle y sacar partido a la jornada de feria. La Plaza de Abastos es, a estas alturas del año, una parada obligada entre quienes quieren tantear el mercado de los mariscos y pescados de la ría para vestir su mesa esta Navidad. Algunos acuden a realizar sus compras habituales y empiezan a hacer los encargos para las fiestas o, al menos, curiosear los precios. Otros, se decantan ya por comprar y congelar, convencidos de que meter el marisco en el congelador a tiempo les permite conservar también el mejor precio.

Cada uno cuenta la feria según le va en ella. No hay una opinión común entre todos los que este miércoles instalan sus puestos de pescadería en el mercado municipal estradense. El denominador común en sus testimonios es el buen precio que ahora mismo presenta la centolla –en torno a los 15-16 euros el kilo– y el convencimiento de que muchos de sus clientes irán estos días realizando sus compras para cocer y reservar en el congelador, al menos hasta el 24 de diciembre.

Los clásicos no fallan

El bacalao es un producto que, por tradición, tiene un puesto asegurado en la mesa de los estradenses. Centolla y cigala son, seguidas de las almejas, los mariscos con más tirón en el mercado de abastos de A Estrada. Algunos auguran un bajón de ventas muy importante con respecto al año pasado, mientras que otros se muestran optimistas con el arranque de la campaña.

Mientras determinados profesionales del sector se quedan con la gran calidad de las centollas para su moderado precio, otros subrayan el incremento repentino de precio que experimentó la cigala. La pequeña supera los 35 euros por kilo y la mediana se vende por encima de los 45. “La cigala sube porque hay poca”, destacan. Es la ley más básica de la oferta y la demanda: poco producto y muchos clientes que lo solicitan igual a precio por las nubes. Y, a medida que se acerquen las fechas, todavía más.

La experiencia del año pasado genera confianza en algunos puestos. Subrayan que la pandemia del COVID aconsejó a muchos ciudadanos realizar sus compras de Navidad en 2021 a última hora, cuando se confirmaron las directrices sanitarias y se supo con certeza que las familias podrían reunirse para las celebraciones. “Pensábamos que iba a ser un mal año y al final fue muy bueno”, indica una comerciante. Sin embargo, otros se temen lo peor en esta campaña a consecuencia de la subida generalizada de los precios, que se nota tanto en carro de la compra como en la contención a la hora de pedir.

Elena Garrido, de Pescados Elena.

"Este año la cosa va a ser muy medida. La gente tiene miedo"

Elena Garrido se muestra pesimista frente a la campaña de Navidad. Asegura que el año pasado, a estas alturas, ya tenía muchos encargos para las fiestas y los de ayer los contaba con los dedos de una mano. “Veo la Navidades muy críticas”, auguró. “Este año la cosa va a ser muy medida. Llevamos tres semanas con el marisco a lo loco”, apuntó la propietaria de Pescados Elena, que aseguró que la cigala subió “de golpe” estos días 12 euros. Añade que la pequeña la compran las pescaderías a 35 euros más IVA. “El tiempo nos mató, porque muchos barcos tuvieron que dar vuelta estos días por el temporal. Este año está siendo un fracaso”. Asegura que, en su establecimiento, cigala y camarón son los mariscos estrella para las Navidades. Aunque no parece que los precios vayan a bajar, Elena precisa que todos los años se sorprende. “La gente esos días hace de tripas corazón. El pescado queda, pero el marisco se acaba”, apunta.

José Manuel Rey Tato, de Pescados Tato.

"Empezamos a vender mucho centollo, que está a buen precio"

El estradense José Manuel Rey Tato estaba ayer orgulloso de los centollos que tenía en su puesto. No era para menos. Alguno de los ejemplares que vendió superó los tres kilogramos. “Empezamos a vender mucho centollo, porque está a buen precio y viene lleno”, indica. Cuando se le pregunta si su clientela se lo lleva para congelar y volver a sacar en la mesa de Navidad, se lo piensa y sonríe: “Ya se lo están llevando para comer”. Inciden desde la Pescadería Tato que el del Grove es “el mejor centollo” y que el precio de este año anima a llevárselo sin esperar y a encargar más para las celebraciones. “Los encargos están yendo bien”, apuntó este pescadero, que observa desde su puesto más movimiento que el año pasado. Tato muestra cómo distinguir los machos de las hembras y asegura que los primeros son más ricos, aunque las segundas tienen más corales. Para gustos.

María del Carmen Ríos, de Pescadería Pinche.

"La gente tiene miedo y nosotros más, por si traemos la mercancía y no se vende"

En el puesto de la Pescadería Pinche los centollos desfilaron ayer con rapidez. Sin embargo, María del Carmen Ríos asegura que sus clientes se llevan a casa ahora el marisco para aprovechar el precio y reservarlo congelado para las fiestas. Reconoce que el encarecimiento general de los precios y los recibos hace que la gente compre con miedo. “La gente tiene miedo y nosotros más, porque si traemos mercancía y no la vendemos...” apunta. Señala que los encargos van a ritmo todavía lento, si bien matiza que la gente espera para intentar asegurar el precio, ya que los pescaderos no pueden guardarles ahora el producto a un importe fijo: será el mercado el que decida. Centolla, nécora, cigala y almejas tienen especial salida en su puesto para Navidad, aunque también hay quien encarga lubrigante para servirlo con arroz. En este caso, el de la ría estaba ayer a 48 euros el kilo.

María José Álvarez, Pescados Chedas.

"Las reservas aun van lentas, pero ya se compra para congelar"

“La gente compra ahora para congelar”, explican desde Pescados Chedas. María José Álvarez espera que los encargos se disparen desde la semana del puente de la Constitución, considerando que en estos momentos el ritmo de reservas es todavía lento. Para quienes no tengan experiencia en la materia, recuerda que es importantísimo cocer el marisco antes de meterlo en el congelador, obviamente cuando se haya enfriado. Congelarlo sin cocer implicaría que después soltase las patas y le entrase agua, estropeando en gran medida este producto de alta calidad. Muchos de los clientes demandan para celebrar las fiestas centolla, cigala y también una vieira congelada que, aseguran, sale “buenísima”. Para quienes quieran servir pescado, merluza, rodaballo, rape o besugo suelen triunfar en estas mesas festivas, aunque se espera que desde ahora el precio suba.

Carmen Díaz lleva 44 años vendiendo bacalao en la plaza de A Estrada.

La tradición siempre triunfa

Carmen Díaz es una voz experimentada en el mercado municipal de A Estrada. No en vano lleva acudiendo a la feria de los miércoles desde hace 44 años. Ya lo hacía en el edificio más antiguo, en el que se construyó después y, ahora, en el resultante de la gran reforma de la plaza. Su producto es una apuesta segura para Navidad, unas fechas en las que el bacalao es tradición. “Normalmente la gente lo lleva para la cena de Nochebuena”, apunta Carmen.

Su clientela es fiel y cada vez tiene más clientes nuevos. Mientras habla, no paran de llegar nuevos encargos, aunque destaca que los propios de Navidad suelen hacerse de una semana para otra. Carmen solo vende en la feria de A Estrada y únicamente la visita los miércoles. “No vengo a vender por necesidad, vengo porque me distrae. Me encanta el trato con la gente y vuelvo relajada”, confiesa.

Rememora que cuando llevaba casada dos años el bacalao salvó la economía familiar. Ella y su marido comenzaron como vendedores ambulantes y pronto empezaron a abrir bacalaos para enviar a Asturias o a Valladolid. Montaron su empresa –Ala Blanca– y se quedaron con los mercados de Ribeira, Boiro y A Estrada. Ahora mismo tienen a 15 personas en plantilla, pero Carmen sigue queriendo acudir al mercado estradense. El bacalao con más salida –que aun se estila regalar en las fiestas– es el de las Islas Feroe, seguido por el de Islandia y, en menor medida, Noruega. A ella le gusta cocido y con ajada, pero en Navidad en su casa se prepara el 24 y el 25 bacalao al horno para 35.

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