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Sopa de Letras vendió entre 100 y 125 libros al día

Las tiendas participantes quieren volver a repetir la experiencia | Destacan la buena acogida de los recitales y de la firma de volúmenes | Interesan los manuales sobre cómics

Los libros fueron colocados en estanterías y sin referencias de a qué tienda pertenecían. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

La fiesta literaria Sopa de Letras echó ayer el cierre tras un intenso fin de semana de actividades bajo carpa en la Praza da Igrexa. A falta de conocer la facturación total en la venta de libros Tito González, de la librería Dalvi, indica que la organización llevaba un registro diario de la venta de ejemplares, con una media de entre 100 y 125 libros despachados por día.

Presentación del libro 'A mar, amar' de Xosé Luna. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

La feria sirvió para dejar claro el enorme interés de los lalinenses por la lectura, y también la unión del sector. Las cinco librerías participantes (la citada Dalvi; Álvarez, Raíces; Alvarellos y Nigraponte) descartaron desde el principio la instalación de stands individuales, como suele hacerse en una feria del libro al uso como podemos ver en la que se celebra en mayo en Santiago. En Sopa de Letras, los libros estaban colocados en estanterías de madera, sin ningún indicativo de a qué negocio pertenecían para que el cliente se dejase llevar por qué libro buscaba, en vez de qué librería. Por eso, había también una sola caja para pagar los libros.

Una de las actividades destinadas a los más jóvenes de la familia. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Es un sistema por el que ya apostaban las librerías lalinenses con la anterior generación de propietarios. “Ya con mi madre, con Marisol, de Raíces, y con Conchita, de Álvarez, la dinámica que empleábamos era que cada librería pedía ejemplares a un distribuidor, exponíamos los libros, al terminar la feria se devuelven los que no han sido vendidos, se paga del fondo común y los beneficios que restan se reparten entre las librerías participantes”, explica Tito González. Para él, el éxito que tuvo la feria durante todo el fin de semana, al margen de las ventas, está “en la unidad del sector y en poder compartir con los compañeros”.

Firma de ejemplares

Para los centenares de personas que acudieron a la carpa de la Praza da Igrexa este éxito de Sopa de Letras radica en la cercanía: la escritora Ledicia Costas firmó decenas de libros a pequeños y mayores tras leer el pregón, y lo mismo hicieron la poetisa Rosalía Fernández Rial o Rosalía Morlán, algunas de las autoras que participaron en recitales. Precisamente, el formato de recital poético, que desde hace años explotan otras creadoras como María Lado (junto a Lucía Aldao) o Elvira Sastre es la mejor forma de acercar, o de descubrir, la poesía al público. Y en este mundo en el que priman la imagen y las redes sociales, más de un lector disfrutó de poder sacarse una foto junto a su escritor o escritora de cabecera.

Sobra decir que la feria incluyó espectáculos infantiles durante los tres días que duró, para introducir a los más pequeños en el maravilloso viaje de leer. Por eso, no podemos decir que haya un perfil concreto de cliente. Lo que sí denota Javier Hita, de la librería Nigraponte, es una notable curiosidad “por el libro ilustrado y el cómic, así como por libros de arte y manuales sobre cómo dibujar un cómic”.

Esta librería imparte, tanto para niños como para adultos, clases de dibujo de cómic, con una buena acogida. Contaba con un apartado en la feria para que los visitantes viesen otros materiales a la venta en Nigraponte, como juegos o juegos de mesa. El interés fue tal “que estuvimos abiertos durante el sábado por la mañana en los dos espacios, tanto en el de la carpa como en la sede de la librería”, en la calle Ramón Aller.

Desde Librería Álvarez el balance económico de Sopa de Letras es más modesto, al estimar que la afluencia de visitantes es muy superior a lo que podrían ser las ventas, en proporción. A decir verdad, ya desde la apertura de la feria, a media tarde del viernes, el goteo de visitantes fue constante.

Desde Dalvi, Tito González tiene claro que “repetiríamos en una futura edición, sin duda, al margen de las ventas” con un formato de fin de semana y actividades varias. Por su parte, Javier Hita añade que “sería una idea muy buena seguir adelante con este tipo de eventos, dándole una vuelta para pulir cosas”. Esta Redacción no pudo contactar con las otras dos librerías participantes, Alvarellos y Raíces.

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