El asfalto de la carretera que lleva a la Carballeira de San Xusto volverá a sentir la velocidad de unos vehículos particularmente pequeños. La Baixada de Carrilanas volverá con su cuarta edición tras dos años de espera por las restricciones derivadas de la pandemia. Varios miembros de la organización y el alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, presentaron en la mañana de ayer esta renovada competición, en la que habrá novedades. Cubela agradeció la implicación de los jóvenes de San Xurxo de Sacos, lugar donde se celebra esta prueba, y a la Federación Gallega de Deportes de Inercia. Así mismo, el alcalde del municipio dijo estar convencido de que el evento “recuperará su esplendor después del parón de la pandemia, ya que esta prueba se caracteriza por la espectacularidad de la bajada y el gran trabajo de nuestra juventud para que todo salga a pedir de boca”.

La prueba, organizada por el Concello en colaboración con la Federación Gallega de Deportes de Inercia (FGDI), se celebrará el sábado a partir de las 16.00 horas. En previsión del buen tiempo y las altas temperaturas, desde la organización decidieron instalar un servicio de bar y contar con un DJ que amenice la tarde.

Esta competición está ya consolidada en el calendario del Campeonato Gallego de la modalidad, sumando una fecha en el apretado calendario. Con la llegada del verano tienen lugar la mayoría de competiciones de bajadas, entre las cuales se reparten puntos a los pilotos apuntados para que puedan competir por un campeonato gallego que cuenta con hasta once categorías distintas en función de las características del vehículo.

1.200 metros de máxima velocidad

Si en la primera edición el circuito que recorrieron los competidores fue de 500 metros, en las siguientes ediciones se decidió aumentar en más del doble; las carrilanas tendrán que descender una distancia de 1.200 metros en el mínimo tiempo posible. Si bien, en la bajada no se depende unicamente de la velocidad máxima que se logre, si no de saber trazar correctamente las curvas del circuito. Durante el recorrido tendrán que sortear varias curvas, una de ellas tremendamente cerrada, en las que los corredores demostrarán sus habilidades y dotes de conducción.