Un bien de primera necesidad se ha convertido en los últimos meses en un lujo para muchos de los hogares estradenses. Núcleos con una sola fuente de ingresos, población mayor y vulnerable con pensiones no contributivas que apenas alcanzan los 700 euros, familias en riesgo de exclusión... deben hacer frente a gastos de unos 200 euros o superiores en sus facturas de la luz. Ante esta situación, muchos se sienten en una situación de abandono y desprotección, sin saber cuáles son sus derechos y cómo actuar para cambiar las cosas. Pese a ello, la voluntad subyacente está presente de manera cada vez más obvia en el ambiente. La sociedad pide un cambio, pide ayuda, pide que alguien dé el primer paso.

La abogada Sonia Tubío quiso no esperar más y ponerse al frente, abriendo la plataforma Stop Abusos Eléctricos para dar amparo legal de manera totalmente gratuita a todo aquel con irregularidades en sus recibos, sean estos cobros injustificados, o gestiones susceptibles de estafa como las realizadas por Másluz.

Tubío abre las puertas de su oficina en el Viveiro de Empresas del Mercado, además de vías electrónicas como Instagram o Facebook, para recibir estas consultas. Asimismo, también ha creado una recogida de firmas en el portal change.org para ejercer presión en las esferas políticas y conseguir que actúen. La estradense lo tiene claro, “llevo tiempo observando la situación y sintiendo que es una injusticia. Finalmente no pude observar más y me decidí a actuar. No llevamos mucho, la iniciativa nació este fin de semana, pero en estos dos días (lunes y martes) ya he notado revuelo en las redes. Creo que la acogida está siendo buena, la gente lo necesitaba”.

Esta no es la primera vez que Sonia se embarca en una aventura de este tipo, hace ya un par de años su afán por cuidar de los más vulnerables la llevó a emprender labores legales en contra de aseguradoras, proceso que consiguió cerrar recientemente de manera favorable, “no fue fácil, y llevó tiempo, pero tengo paciencia y estoy dispuesta a llegar hasta el final”, comenta.

Tubío busca ser un faro en medio de la confusión que crece en estos días. Un pilar seguro, al que poder recurrir cuando no se sabe bien qué hacer. Sus esfuerzos no van dirigidos a un sector concreto, pero sabe que quienes más lo requieren son los mayores, “por cuestiones sobre todo tecnológicas no pueden realizar muchas de las gestiones necesarias para defender sus derechos. Algunos ya no saben qué hacer para reducir sus facturas, y renuncian incluso a poner la calefacción en estos días de frío. Yo simplemente no puedo tolerarlo”, sostiene.

Tenemos más poder del que pensamos, pero debemos organizarnos. Si lo hacemos, las compañías no tendrán más remedio que agachar las orejas

En esta línea, ya ha comenzado a gestionar varias reclamaciones, así como guiar a interesados en firmar la petición de change.org que no disponen del conocimiento o las herramientas necesarias para hacerlo. Desde su oficina anima a la gente a que recurra a ella si precisan asesoramiento, y sobre todo pide que se firme la protesta, pues sólo así podrá materializarse el cambio, “tenemos más poder del que pensamos, pero debemos organizarnos. Si lo hacemos, las compañías no tendrán más remedio que agachar las orejas”, sentencia.