Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Silleda se apunta al ‘truco o trato’

Una veintena de familias abre las puertas de sus casas a los grupos de niños disfrazados que acuden a pedir golosinas

9

Silleda se apunta al 'truco o trato'

¿Truco o trato? A esa pregunta tuvieron que responder muchas veces en la tarde del domingo las familias de Silleda que participaron en una iniciativa orquestada a través de las redes sociales. “Mamá, papá, el domingo quedé con las amigas en el parque para ir con las amigas a pedir chuches”. La pelota ya estaba en el tejado de los progenitores: “¿A ti te comentó algo Fulanita de salir para hacer el truco o trato?” “Sí, me dijo que había quedado con Menganita y Citanita”. “Pues los míos también están emperrados...” A alguien se le ocurrió hacer un llamamiento para que las familias que quisieran colaborar se apuntaran. Y, al final, fueron una veintena los hogares que se pertrecharon de caramelos y chucherías variadas a la espera del inevitable susto.

Es una de las escenas típicas de Halloween: Un grupo de niños llama a las puertas de sus vecinos a la voz de “truco o trato” (de la expresión inglesa trick or treat) pidiendo dulces. El truco es una amenaza de broma a los dueños de la casa si no proporcionan las ansiadas golosinas (trato). Esta práctica tendría origen en la tradición de pedir el soul cake (pan de almas) en Gran Bretaña o Irlanda en la Edad Media, que también se relaciona con la del “migallo” –una especie de aguinaldo– en Galicia. Curiosamente, fue uno de los últimos elementos asociados a la fiesta con la que se despide octubre en Estados Unidos, en donde se hizo popular a raíz de una campaña de Unicef en 1950 bajo el lema Trick-or-Treat. Aunque se ha generalizado la traducción libre de “truco o trato”, en realidad no se trata de un truco propiamente dicho, sino más bien de un susto, una broma o una travesura. Tampoco se plantea hacer ningún “trato”, sino que se pide “un regalo” (treat), normalmente un dulce o una golosina. Por lo tanto, una traducción más literal, basada en su sentido, sería “susto o dulce”, pero se trata de un juego de palabras en inglés que admite diferentes traducciones, ninguna de ellas realmente fiel al original, ni en sentido ni en fonética.

El caso es que la tradición se ha instalado ya en medio mundo y en los últimos años ha comenzado a hacerlo también en nuestras latitudes, cada vez más camuflada como un supuesto ancestral Samaín. Así que la guerra de trincheras de numerosos chavales de Silleda consiguió que una veintena de familias se sumase a la lista de casas y negocios visitables por las terroríficas, y golosas, comitivas. Hasta hubo quien, sabiendo que no iba a estar en casa en el horario estipulado (de 17 a 20:30), dejó una bolsa con chucherías o algunas otra sorpresa en el buzón de su portal. Los hogares predispuestos al agasajo lucían pegatinas, globos y adornos para dejar claro que las pequeñas compañías serían bien recibidas.

Recreo de A Estrada

En A Estrada, el Recreo Cultural acogió un baile de disfraces, con Os Bolechas como estrellas invitadas. Murciélagos, brujas y calabazas colgaban del techo, sin que faltasen las golosinas –envasadas individualmente– para endulzar la tarde. En esta ocasión no hubo concurso de disfraces, sino un sorteo entre todos los participantes. Fueron lotes de chuches y bonos para las actividades deportivas que oferta el centro.

Compartir el artículo

stats