No hubo marcha atrás por parte de la Consellería de Educación y el curso se abrió en el instituto Chano Piñeiro con la eliminación de dos plazas del plantel docente. La preocupación de la comunidad escolar y la queja formal trasladada por la alcaldesa, Verónica Pichel, al conselleiro de Educación, Román Rodríguez, no tuvieron efecto y la Xunta de Galicia volvió a aplicar un recorte de servicios en el Concello.

“Los datos anunciados esta semana por el conselleiro sobre una comedida reducción del refuerzo de profesores aprobado el último curso por las necesidades derivadas de la irrupción del coronavirus, evidentemente no tenían en cuenta a Forcarei. Aquí desaparecieron los que habían quedado a mayores durante lo peor de la crisis sanitaria, dos docentes sobre la nómina total, y se suprimieron otras dos plazas de profesores de Lengua Gallega y Plástica-Dibujo Técnico (rama de Ciencias). En total, con respecto a situación previa al covid-19, se pasa de 23 a 21 docentes”, explicaron desde el gobierno local.

“La decisión es más incomprensible e injusta si tenemos en cuenta el baremo que habitualmente utiliza la administración para sacrificar servicios en el rural, el criterio demográfico. En el caso del Instituto Chano Piñeiro el número de estudiantes para este curso es de 113, la misma cifra que el curso anterior”, añaden. Piche expuso en su día a Román Rodríguez que la rebaja en el plantel del instituto, además de perjudicar la calidad educativa, implicaba una notable carga discriminatoria para los chicos de Forcarei frente a los de otras localidades esencialmente urbanas.