La incidencia del COVID-19 se dispara en las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, en consonancia con un aumento de los contagios que está haciendo saltar todas las alarmas en el conjunto de la comunidad gallega. Si la primavera arrancó con el virus contra la cuerdas y prácticamente desaparecido en los nueve municipios de la zona, el SARS-CoV-2 contraataca alentado por el calor del verano y el incremento de la vida social que conlleva el período vacacional. En la jornada de ayer los casos activos en estas dos comarcas alcanzaban el centenar de contagiados, con incidencias acumuladas que, de mantenerse, amenazan con aconsejar restricciones para frenar el avance de los contagios.

El ritmo de test que está realizando el servicio de Atención Primaria de A Estrada ha propiciado un constante peregrinaje de vehículos hasta el acceso al área de Urgencias, habilitado a modo de COVID-auto para facilitar la toma de muestras sin que el paciente tenga que bajarse del vehículo.

Positivo en clase

Ya a primera hora de la mañana trascendía que la escuela infantil de la red autonómica A Galiña Azul de A Baiuca tiene una de sus clases cerradas por el positivo en COVID-19 de una educadora, con un total de 15 niños, de entre uno y tres años, confinados. Algunas familias vinculadas a este centro educativo recibieron ya el jueves el aviso de que sus pequeños estaban considerados contacto estrecho de una persona positiva y que serían llamados para que se le practicase la correspondiente PCR a fin de comprobar si se encuentran cursando la infección.

Cabe apuntar que esta trabajadora se contagió pese a estar ya vacunada. Aunque su aula es una de las de 2 a 3 años, estos días había realizado labores de apoyo en otra de uno a dos. En total, la persona infectada estuvo en contacto con 15 pequeños. Al ser estos días de poca afluencia en las aulas, aquella en la que realizó labores de apoyo puede mantenerse abierta para que asistan los niños que faltaron a clase esas jornadas puntuales en las que esta educadora reforzó el servicio.

Este nuevo episodio se produce en un contexto en el que A Estrada no para de ver medrar sus cifras de casos positivos. Es el brote vinculado a un grupo de jóvenes que se desplazaron el pasado fin de semana a Sanxenxo el que está teniendo, a día de hoy, más consecuencias, pasando factura en diversos ámbitos, además de acumular ya una decena de afectados directamente relacionados.

PCR en el campamento

Una de estas repercusiones las padece el campamento del Recreo Cultural, con un total de 31 niños confinados a los que ya se les realizó la correspondiente prueba PCR en Santiago. Todos los presentados arrojaron un resultado negativo, si bien tendrán que permanecer en sus domicilios en aislamiento. Se calcula que este se extenderá al menos hasta el 22 de julio, en caso de que no presenten síntomas compatibles que puedan variar el resultado de esta primera muestra.

La cuestión suscitó en las últimas horas cierta confusión. Aunque el confinamiento viene siendo la medida pautada desde el inicio de la pandemia tras el contacto con un positivo, algunos padres interpretaron que no habían de atenerse a él tras el resultado negativo, aun a sabiendas de que este puede variar en el plazo de diez días desde el último contacto con la persona infectada. El servicio de Medicina Preventiva hizo llegar en la mañana de ayer un comunicado en el que se recogen estas indicaciones y que el Recreo Cultural trasladó a todos los padres e interesados a través de sus redes sociales, entre otros canales informativos, como el correo electrónico y la difusión vía Whatsapp.

A falta de un recuento definitivo, que al cierre de esta Redacción no se había podido efectuar, el número de casos activos subió de nuevo en A Estrada, contabilizándose tres altas y 13 casos nuevos en los últimos dos días, de manera que la cifra se eleva ya a los 33 contagiados, entre ellos una menor de 11 años y varios adultos ligados profesional o vacacionalmente a Sanxenxo. Los datos dejan la incidencia acumulada para el municipio estradense en 182 casos por cada 100.000, tras los 37 registrados en los últimos 14 días y de 103 por 100.000 a raíz de los 21 contabilizados en la última semana.

Silleda sigue en ascenso

Silleda también continúa incrementando sus casos activos de forma importante. En las últimas 24 horas sumó otros tres contagios, lo que deja los casos activos en 27. La cifra es coincidente con el número de positivos que se registraron en los últimos 14 días, lo que arroja una tasa de incidencia de 305 casos por cada 100.000. En la última semana fueron 22 los positivos reportados, que equivalen a una ratio de 248 por 100.000.

En la capital dezana la situación es bastante similar. En la jornada de ayer el número de casos activos de COVID-19 se situó en 25, lo que supone un incremento de dos en las últimas 24 horas. Los datos para Lalín sitúan 27 infectados en los últimos 14 días, lo que supone una incidencia acumulada de 124 por 100.000, correspondiendo por los 22 positivos de la última semana una tasa de 94 por 100.000.

Por su parte, Vila de Cruces se mantiene en los ocho casos activos. La estabilidad es la nota dominante también en Agolada, que continúa con tres vecinos cursando esta enfermedad, lo que supone para el municipio una incidencia de 130 cada 100.000 habitantes, tanto a siete como a 14 días. Por su parte, Cerdedo-Cotobade también seguía ayer estable, con cuatro personas infectadas por el virus.

Por el momento, Dozón, Rodeiro y Forcarei se mantienen libres de casos. El que lleva más tiempo sin registrar contagios es Dozón, que permanece sin casos activos desde hace más de cuatro meses. Las últimas altas a pacientes de este municipio dezano se dieron a comienzos del mes de febrero. Rodeiro y Forcarei llevan también semanas sin reportar nuevos casos.

Deza y Tabeirós-Terra de Montes mantuvieron su situación ayer, sin que el subcomité clínico adoptase restricciones para ninguno de sus municipios. Habrá que aguardar si esta tesitura se mantiene en la reunión del comité programada para el próximo martes.

Reunión en A Estrada para extremar la vigilancia contra el botellón en la comunidad

El director xeral de Emerxencias e Interior, Santiago Villanueva, presidió en la mañana de ayer en A Estrada la reunión de la Sala de Control de Operativos (Sacop) en la que participaron representantes de las policías locales de las principales ciudades de Galicia, así como miembros de los otros cuerpos de seguridad que actúan en la comunidad, a fin de coordinar los dispositivos que se van a poner en marcha durante este fin de semana. Villanueva agradeció a los representantes de las fuerzas de seguridad el refuerzo de la vigilancia, sobre todo en los lugares en los que son habituales los botellones. Al final de la reunión se indicó que esta vigilancia está dando frutos, “con una disminución de los casos en los últimos días coincidiendo con el aumento de los controles”.

Insistió Santiago Villanueva en que el botellón es una práctica prohibida, por lo que cada participante se arriesga a ser sancionado con multas entre 200 y 300 euros. Apeló a la responsabilidad de la población para evitar que los contagios de COVID sigan creciendo. Por su parte, el área sanitaria de Santiago e Barbanza, a la que se vincula la comarca de Deza y A Estrada, realizó el jueves un cribado poblacional entre jóvenes de 16 a 20 años. De las cerca de 3.200 personas citadas con tarjeta sanitaria en el Concello de Santiago, tan solo acudieron 781 anos de manera que la participación se quedó en el 43.83%. Entre ellas, ocho dieron positivos.