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Tatiana Cuccerenco | Profesora de violonchelo

“En Lalín siempre me trataron muy bien, me da mucha pena tener que jubilarme”

“El nivel en instrumentos de cuerda era más flojito cuando llegué, ha mejorado mucho”

Tatiana Cuccerenco y algunos de sus alumnos ayer en su concierto de despedida. | // CEDIDA

Originaria de Kirov (Rusia), Tatiana Cuccerenco lleva desde el año 1999 en Lalín dando clases de violonchelo en el conservatorio del pueblo. Muchos de sus alumnos han conseguido plazas para estudiar el grado profesional de violonchelo en prestigiosos conservatorios en Alemania, Holanda y España, así como en otros centros de alto rendimiento. Ante su reciente jubilación y su marcha a Moldavia, país en el que estuvo vinculada a la Orquesta de Teatro de Ópera y Ballet Nacional, el lunes pasado tuvo lugar un concierto de despedida ofrecido junto a su alumnado.

–¿Por qué se decantó por el violonchelo de pequeña?

–Cuando era una niña, mi madre me llevaba a pasear por delante del conservatorio de música y me llamaba la atención, siempre decía que quería tocar. Entonces, a los 6 años empecé a estudiar piano en casa de una profesora. Cuando quise ir al conservatorio para seguir estudiando piano, me dijeron que tenía un oído muy bueno y al ser alta, era mejor que escogiera el violonchelo. Al principio me pareció raro, pero al probarlo me gustó mucho.

–¿Cómo vivió el período que estuviste vinculada a la Orquesta de Teatro de Ópera y Ballet Nacional de Moldavia?

–Fue una etapa muy buena. Durante estos años estudié el grado superior y fui aprendiz del primer violonchelista de la orquesta. Hacíamos viajes por todo Rusia y cuando abrieron un poquito las fronteras comenzamos a viajar por Italia, Francia, España... Me gustaba muchísimo España, siempre decía de broma que en otra vida me gustaría vivir aquí.

–¿Por qué se decidió a ejercer como profesora en el Conservatorio Miunicipal de Lalín?

–Estuve en Vigo durante un año dando conciertos didácticos por distintos colegios. Dábamos aproximadamente dos por semana, fueron muchos, la verdad. Al terminar. un amigo de Vigo me comentó que había una plaza aquí porque no tenían ningún profesor de violonchelo y me vine para Lalín. Me trataron siempre muy bien, tuve mucha suerte con los alumnos

–¿Qué opina del nivel musical que hai en Lalín?

–Hay un muy buen nivel de instrumentos de viento, es muy buena escuela. Cuando yo llegué el nivel en los intrumentos de cuerda era un poco más flojito, no había demasiados profesores tampoco, pero creo que ahora ha mejorado mucho. En España no hay tanta costumbre de tocar instrumentos de cuerda como de viento., es sorprendente Los niños ya desde pequeñitos controlan los intrumentos perfectamente. También se nota mucho que para cada tipo de instrumento hay un profesor y una clase especializada e independiente.

–Después de tantos años en Lalín, ¿cómo valora su etapa aquí?

–Todos mis amigos, también profesores, tenían envidia de mi trabajo aquí. Siempre me trataron muy bien, tanto compañeros como alumnos. Me da mucha pena tener que jubilarme pero... Estoy muy agradecida a los profesores, a los padres, al Concello, a los alumnos... he tenido muchísima suerte.

–¿Tiene pensado seguir tocando una vez regrese a Moldavia?

–Muchas veces cuando venía de vacaciones en verano me invitaban a tocar en la orquesta. Me gusta mucho tocar y pienso seguir tocando, es mi pasión.

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