El COVID-19 repunta en A Estrada, que empezó la semana con tres personas contagiadas y la termina con, al menos, una docena. Prácticamente la mitad corresponde a un brote derivado de una comida de amigos, que también ha provocado daños colaterales, como la infección de un camarero, según información facilitada por el servicio de atención primaria. Son cuatro casos activos más de los que había el viernes.

El incremento de contagios en A Estrada se produce como consecuencia de celebraciones imprudentes celebradas durante las fiestas de San Paio. Justamente, el mismo día del patrón, el 26 de junio, el municipio totalizaba solo dos casos activos de coronavirus. Las cifras se han disparado en las últimas horas, hasta alcanzar hoy ya los doce infectados. Varios de los positivos están vinculados entre sí y afectan a población joven, como refleja la media de edad de los activos, que es de 29 años. A día de ayer, ninguno de los pacientes había precisado ingreso hospitalario.

El jefe médico de atención primaria, Juan Sánchez Castro, pone el acento en que es necesario seguir cumpliendo con todas las medidas de salud pública”, caso del distanciamiento físico, uso de mascarillas, ventilación adecuada, evitar lugares con aglomeraciones o el lavado frecuente de manos, mientras los índices de vacunación continúen siendo relativamente bajos. En el contexto estradense, con algo más de la mitad de la población inmunizada, botellones y fiestas particulares que se descontrolaron durante las patronales podrían estar recogiendo ahora sus frutos para personas que, por su edad, todavía no han recibido dosis alguna de la vacuna. 

Pero la situación no solo empeora en A Estrada, sino también en otros municipios de la zona. En Rodeiro, que llevaba libre de SARS-CoV-2 desde la primera semana de junio, fueron detectados dos positivos el pasado jueves. Otros tantos hay en Vila de Cruces y en Forcarei, que ya habían cerrado junio con sendos casos activos. Lalín inició julio con tres infectados y Cerdedo-Cotobade, con uno.

Hay tres concellos sin ningún enfermo de coronavirus, según el mapa de incidencia de la Xunta de Galicia: Silleda, en donde los últimos pacientes se dieron de alta a comienzos de junio, y Agolada y Dozón, que no han tenido contagios desde marzo y febrero, respectivamente.