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El coronavirus se cobra una treintena de vidas

Hasta enero fueron 27 los fallecidos a consecuencia del coronavirus | El balance actual podría situarse en cerca de medio centenar | Silleda, con 13 óbitos, es el concello más golpeado, seguido de A Estrada, con una decena

Pruebas diagnósticas en el ambulatorio de Silleda. // Bernabé/Javier Lalín

Hace hoy exactamente 15 meses el Coronavirus SARS-CoV-2 se cobraba la vida de la primera persona en Deza y Tabeirós-Montes. Un lalinense de 74 años no era capaz de superar esta patología y fallecía en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), donde había ingresado unos días antes tras haberse contagiado, en principio según sus familiares, en un viaje junto a otros mayores a la localidad malagueña de Torremolinos. Aunque hasta el 11 de marzo de 2020 la OMS no caracterizó como pandemia a la infección por SARS-CoV-2 y la enfermedad denominada COVID-19, en el primer año completo de pandemia el número de fallecidos en las comarcas se eleva a una treintena. En este censo, según datos facilitados por el Sergas, se incluyen los casos hasta el pasado enero.

De los exactamente 27 finados en doce meses, Silleda y A Estrada son los municipios más golpeados por la pandemia al registrar seis muertes en cada caso. Por detrás aparece la cabecera comarcal dezana con cinco, uno más que los fallecidos a consecuencia de este proceso infeccioso en el término municipal de Vila de Cruces. A tenor de los registros oficiales, Forcarei es el único ayuntamiento de las comarcas donde no hubo víctimas. Las restantes se distribuyen en: Rodeiro (una), Agolada (dos), Dozón (una) y dos en Cerdedo-Cotobade.

Además del período comprendido entre enero del año pasado y el primer mes del actual, el último dato toma como referencia los decesos hasta este mes. En este caso el servicio sanitario autonómico concreta los datos en aquellos territorios que superasen la decena de víctimas y en los demás solo identifica que hubo menos de diez. Así las cosas, en el caso de Lalín la incidencia de muertes se mantiene dentro del segmento de menos de diez; es decir, en el peor de los casos no se alcanzarían la decena de muertes.

695 estradenses contagiados

En el caso de Silleda se constatan 13 fallecimientos, siendo este concello el más damnificado por la pandemia sin lugar a dudas. ¿Por qué? Pues debido a que los censos oficiales confirman que ningún ayuntamiento superó la decena de decesos salvo el trasdezano y porque el servicio de atención primaria de A Estrada lleva un registro pormenorizado de la incidencia del COVID-19 en el término municipal. En el parte de seguimiento de ayer elaborado por el doctor Juan Sánchez se apuntaba a que habían sido hasta la fecha un total de diez los fallecidos, que suponen una incidencia del 1,44% respecto al conjunto de la población. Durante la pandemia, que con la vacunación también comienza a remitir en la zona, fueron un total de 695 los estradenses contagiados, de los que 682 superaron la enfermedad. En este cómputo figuran los tres casos activos que tratan de superar la patología y engrosar el censo de curados.

Si nos centramos ahora en Vila de Cruces, el último dato certero mantiene en cuatro y menos de diez los finados. En el caso de Rodeiro se apunta a un fallecimiento confirmado hasta el pasado mes de enero, pero en realidad a día de hoy son dos los cambotes que no fueron capaces de superar la enfermedad y acabaron falleciendo. En Agolada, Dozón y Forcarei el impacto del coronavirus no varía respecto a enero y en los tres casos se apunta a junio con menos de una decena de óbitos. En el término municipal fusionado serían una decena de víctimas. Estas son las estimaciones de su alcalde, Jorge Cubela, que sitúa en unas diez el número de convecinos fallecidos.

El perfil de la víctima en las comarcas no difiere del resto del territorio gallego y, salvo excepciones, el COVID-19 atacó sobre todo a los más vulnerables: personas mayores o con patologías previas. A diferencia de otros concellos, las residencias, aunque con víctimas, capearon bastante bien la situación al implementar rigurosas medidas de control para frenar en lo posible la circulación del virus.

Si nos centramos en la situación actual, A Estrada mantiene tres casos activos, uno menos que Lalín [dato oficial del viernes]. Los otros contagios corresponden a un vecino de Forcarei y otro de Cerdedo-Cotobade a quienes se les habría diagnosticado la enfermedad en las últimas dos semanas.

En el primer día laborable sin la obligatoriedad de llevar mascarilla en los espacios abiertos, la mayor parte de los ciudadanos de las comarcas sigue apostando por la precaución y un gran número de personas sigue utilizando estos elementos de protección en la cale.

Estudio sobre el infarto agudo de miocardio

El Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) amplía su cantera con la incorporación de la doctora. Ana Belén Cid Álvarez, cardióloga en el CHUS y también investigadora del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), que acaba de defender en la Facultad de Medicina de la USC su tesis doctoral, Programa de atención al infarto agudo de miocardio con elevación de segmento ST en el área centro de Galicia. Dirigida por el doctor José Ramón González Juanatey, analiza más de 2.000 pacientes atendidos en el área sanitaria compostelana durante una década (2008-2018) con infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST (IAMCEST) sometidos la terapia de reperfusión urgente, incidiendo en la necesidad de una mayor educación sanitaria para lograr un diagnóstico precoz. A pesar de que la incidencia de IAM se mantiene estable y la mortalidad va disminuyendo progresivamente en este período, sigue siendo la primera causa de muerte en la población gallega sucesiva de las enfermedades neoplásicas. El estudio determinó que el 32% de los pacientes contacta con urgencias del CHUS, un 31,5% en atención primaria y un 23,5% llama al 061, “a pesar de que el primer contacto con el 061 demostró ser la forma más rápida y segura de atención en pacientes que sufren un infarto”, señala Cid. Otra conclusión es que no existen diferencias significativas de sexos en cuanto al riesgo de sufrir eventos a largo plazo.

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