El coordinador de Compromiso por Lalín, Rafael Cuiña, considera que la programación del Orgullo LGTBI demuestra que para este gobierno “casposo” la reivindicación de los derechos del colectivo se limita a “fiesta y conciertos”. Cree que el Concello programa la actividad para no recibir críticas de “involución social”, pero le preocupa que “una necesidad social se intente transformar en una fiesta para atraer gente a Lalín y ayudar a la hostelería”.

Cuiña recuerda que durante su mandato había seminarios y conferencias de personas relevantes y conocedoras de la problemática, que coordinaba la Oficina de Igualdade, ahora excluída, “cuando son auténticos expertos en la cuestión”. Ve un acierto contratar a Urdime, pero aduce que “es un programa absolutamente incompleto que va a provocar quejas de los colectivos”. Eso sí, reconoce dos avances: Que miembros del PP estarán en los conciertos y que ya no habrá quejas por el gasto. “Viniendo de un partido que está en contra del derecho al matrimonio o a la adopción del colectivo LGTBI, algo es algo”, sentencia el edil.