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Cuando la ventana se hizo armario

En 2020 se depositaron en el punto limpio de A Estrada 140 toneladas de madera. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Cuando llegó el coronavirus y puso en jaque la actividad del día a día surgió un lema para proteger a la población por la vía de evitar la proliferación de los contagios: Quédate en casa. El confinamiento no dejó más alternativa que acatarlo y asumirlo como un mantra. Primero fueron días de encierro total y, después, de cierres perimetrales que limitaron mucho la movilidad. A mayores, el miedo al virus volvió a muchos más caseros de lo habitual. Fueron tiempos de mirar hacia adentro para no sentir nostalgia de ese mundo inaccesible que aguardaba fuera. La puerta se cerró y la ventana solo ofrecía melancolía, de ahí que muchos optasen por dejar de asomarse y centrarse en lo que había intramuros. Al principio el sofá pareció tener grilletes, pero pronto se impusieron las ganas de recuperar la rutina robada, aunque fuese a base de hacer ejercicio frente al televisor o de comenzar a hacer limpieza y reformas. La observación excesiva tiene esas cosas: anima al cambio, así que esos días la ventana se convirtió en armario.

Hubo tiempo para todo. Sin poder estrenar la primavera, la ropa de invierno dejó paso a la del verano. Después de retirar abrigos y jerséis y de agotar todas las series pendientes, llegó el momento de pensar en pequeñas y grandes reformas en las que invertir el tiempo de más. Y fue así como el punto limpio se convirtió en lugar de peregrinación. El edil estradense de Medio Ambiente, Juan Constenla, confirmó que las instalaciones de esta infraestructura medioambiental registraron un notable incremento de depósitos a lo largo del último año, derivado de las reformas y limpiezas que los vecinos de A Estrada estuvieron realizando en sus hogares durante todo este tiempo de pandemia.

Más de 300 toneladas de escombros

Los datos de recogida apuntan a que a lo largo de 2020 los estradenses llevaron al punto limpio situado en Penerada más de 300 toneladas de escombros. A este volumen de residuos se suman otras casi 140 toneladas de madera, procedentes de mobiliario antiguo, principalmente. En estos contenedores se depositaron casi 112 toneladas de plástico, del que se excluye de ser arrojado en los contenedores amarillos para envases ligeros. Los residuos de carácter voluminoso –caso de electrodomésticos, colchones, sofás y un largo etcétera– supusieron otras casi 100 toneladas conducidas hasta estas instalaciones, bien por un depósito por parte de particulares o por haber sido conducidos a estas instalaciones después de ser recogidos a domicilio por el Concello a través del servicio que oferta para todo el ámbito municipal. A mayores, en 2020 se arrojaron a estos colectores cerca de 7 toneladas de chatarra.

Llama también la atención la cantidad de pintura que se tiró en estas dependencias, si bien hay que tener en cuenta que en las 8,7 toneladas recepcionadas hay que tomar en consideración el propio peso de los botes o recipientes que la contienen. Ello hace pensar en la posibilidad de que muchos hayan aprovechado la estancia en casa para renovar la pintura de su hogar.

También más basura

En cuanto a la basura que los estradenses arrojaron al contenedor verde, destinado a residuos de carácter orgánico, las estadísticas mensuales que maneja el Concello de A Estrada permiten apreciar un ligero aumento de la cantidad transportada hasta la planta de Sogama para su gestión. En total, en 2020 el municipio estradense llevó hasta Cerceda más de 6.076 toneladas de basura, frente a las 5.775 que movilizó el año anterior. De hecho, 2020 se convirtió en el primer año en el que se sobrepasó la barrera de las 6.000 toneladas.

También en Silleda la recogida de basura se vio ligeramente incrementada a lo largo de 2020. En base a los datos aportados por el Concello, tomando como referencia los informes de Urbaser en relación a los residuos enviados desde Trasdeza a Sogama. Así, en 2019 se trasladaron a esta planta 2.999.110 kilogramos de basura, que durante 2020 pasaron a 3.059.300 kilos.

Esta Redacción solicitó los datos correspondientes a la recogida de basura y los depósitos en el punto limpio al Concello de Lalín, pero todavía no se facilitaron los informes. Fuentes municipales aseguran que la variación fue mínima.

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