Comienza el espectáculo y no es preciso sacar entrada. Basta con ser un público respetuoso y observador, dispuesto a dejarse seducir para que nariz y vista disfruten de cómo comienza el ciclo para el sector de la manzana y la sidra en A Estrada. Las variedades más tempranas –principalmente de mesa, pero ya les siguen las destinadas a la elaboración de sidra– están ya en floración. Los expertos señalan que desde mediados de abril comienza el apogeo de un proceso de exquisita belleza efímera. Solo durará un mes, dando paso a la formación de un fruto que en A Estrada se venera...y se escancia.
Daniel y Lucita llevan muchos años disfrutando de esta estampa en la parroquia estradense de Agar. Tienen plantadas cuatro hectáreas de manzanos. Llevan 20 años así dispuestos, ocupando toda la finca, aunque antes ya se utilizaban estos frutales para marcar las lindes de las parcelas. En la tarde de ayer este matrimonio de A Estrada podía pasear entre las flores del manzano, disfrutando del aroma y la belleza, gozando del aire libre en un tiempo en los que este se ha vuelto todo un lujo. Pese a que lo tienen en casa, nadie puede ser inmune a esta belleza, comparable a las míticas estampas de los almendros y los cerezos en flor que tanto reclamo turístico poseen.
A Estrada tiene en sus manzanos un recurso indiscutible. Y lo sabe. Es por ello que hace años un nutrido grupo de productores se lanzaron a la comercialización de manzana y, posteriormente, a la recuperación de los antiguos lagares para la elaboración de sidra. La floración es, para este pujante sector, el comienzo de todo un ciclo; para los ajenos a él, un plan perfecto para disfrutar viendo de dónde proceden las manzanas que después podrán saborear en un vaso bien frío de sidra.
En el plazo de 15 días llegará el esplendor de toda esta floración. La mayoría de los campos de manzanos estarán adornados. El sector tiene más de 100 hectáreas plantadas y unos 500 manzanos en cada una de ellas. El cálculo arroja miles y miles de flores. Eso es mucho perfume y muchos pétalos que terminarán dejándose arrancar por el viento para acabar besando el suelo. Entre mediados de abril y mediados de mayo los manzanos se abren a la contemplación de este espectáculo de ensueño, con entrada libre y gratuita. Si es tiempo de disfrutar de la naturaleza, A Estrada es escala obligada.
