En torno a unos 40 vecinos de la calle Monte Faro de Lalín conocieron con detalles el proyecto de humanización que se acometerá en esta rúa. El alcalde, José Crespo, y técnicos de la empresa Lar desgranaron una intervención que el Concello acometerá dentro de un paquete de más rúas pactado con el anterior grupo de gobierno con cargo a los remanentes de 2018.

El mandatario expuso que efectivamente existía un proyecto del cuatripartito que su equipo trató de mejorar para incluir la dotación de nuevos servicios subterráneos como separación de pluviales y fecales, nuevas canalizaciones de agua y medios telemáticos, entre otros. Así el presupuesto de licitación de la obra pasó de 252.031 a 353.977 euros. “No queríamos que pasase como en la calle Vidal Abascal, donde solo se renovó el firme y las aceras, pero se mantuvieron canalizaciones de fibrocemento que son ilegales: muchas veces cuesta más lo que va por debajo de la tierra”, comentó. Con la humanización de Monte Faro se suprimirá uno de los márgenes de estacionamiento y esta cuestión fue prácticamente único motivo de discrepancia de algunos vecinos. El regidor explicó que las aceras actuales no cumplen la normativa y por eso es preciso habilitar unas más anchas, con lo que en la vía –que seguirá siendo de dirección única de subida– no existe espacio físico para preservar las dos líneas de aparcamiento, que, con este proyecto, solo mantendrá la del margen izquierdo en sentido ascendente. Como hay que reservar áreas de carga y descarga o espacios para contenedores, la reducción será de una veintena de plazas. Pero el alcalde aprovechó el encuentro con los vecinos de Monte Faro para anunciar que esta reducción de puestos de aparcamiento en la calle se verá compensada con la gratuidad del Párking Europa “durante este año o para el primer semestre del próximo”. Aún se están gestionando detalles de una medida que podría limitarse a usuarios que realicen compras en la villa y con un tope de cinco horas de acceso libre.

Patrimonio

La calle dispondrá de una única plataforma y en su parte central podría llevar unos elementos disuasorios para que los coches no aparquen encima. Las luminarias irán en solo en un margen pero proyectarán luz a los dos y en los materiales hubo que atacar las directrices de Patrimonio por ser la entrada al villa del Camiño de Inverno o su proximidad del iglesia parroquial.