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Crespo mediará entre Xunta y empresa por la entrega del hallazgo del Castriño de Bendoiro

“No quiero polemizar con nadie, solo soluciones, para que el material no siga custodiado ‘sine die’”, afirma | Propone que los restos sin catalogar vayan al laboratorio de Liñares

Crespo en una comparecencia en el Pazo de Liñares para reclamar la cesión del hallazgo y su exposición en la casona. | // BERNABÉ/J. LALÍN

El hallazgo del Castriño de Bendoiro podría estar más cerca de llegar a manos de la Xunta y, a continuación, que parte de los materiales más valiosos puedan ser exhibidos en Lalín. La intervención del alcalde, José Crespo, se antoja clave para que los restos aparecidos en la fortificación cuando fue excavada, y que casi quince años después continúan en poder de la empresa que realizó los trabajos, recalen en el Museo de Pontevedra y dar cumplimiento al acuerdo de la Dirección Xeral de Patrimonio.

“En mi ánimo no está el polemizar con nadie, tampoco con la empresa, pero no puede seguir custodiando sine die los materiales sin ofrecer otra solución”, afirma. Por eso, se ofrece a mediar entre la firma Doa (Desenrolo e Obras de Arqueoloxía SC) y la Xunta para alcanzar el objetivo: que las más de 30.000 piezas aparecidas en la excavación durante las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) pasen a manos de la administración. El mandatario entiende que la empresa pueda alegar que hace años –según la compañía ya prácticamente cuando remató la obra física en Bendoiro– agotado la financiación para desarrollar la labor de tratamiento y catalogación de los bienes, pero mantiene que “no es serio” que no ofrezca más alternativas y unos 13 años después nada se sepa por el futuro de estos bienes patrimoniales. “Algo tendrá que hacer, digo yo”, añade. Asegura que se pondrá en contacto con los responsables de Patrimonio ”para que hablen con la empresa y busquen una solución, algo que sería bueno para todos porque yo quiero intervenir desde un perfil en positivo”, apostilla.

Crespo pone encima de la mesa varias alternativas: que la empresa entregue ya al Museo de Pontevedra las piezas que sobre las que ya completó el proceso de catalogación y que en las restantes entre un proceso negociador con la administración autonómica como autoridad responsable de gestionar todo el hallazgo de la fortificación lalinense. Pero incluso abre otra vía, en la que la Diputación provincial y el Concello jugarían un papel fundamental. En este sentido recuerda que la institución presidida por Carmela Silva cerró hace poco un acuerdo de colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a través del Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) para la puesta en valor el Centro de Xestión do Coñecemento Arqueolóxico del Pazo de Liñares. El protocolo, cabe recordar, también está encaminado a profundizar en el conocimiento de la cultura castreña, concentrando la investigación en los entornos e interior de las fortificaciones de Bendoiro (Lalín), Montaz (Silleda) y Castrolandín (Cuntis). Por eso propone que los materiales que estén sin catalogar puedan recalar en el laboratorio de Liñares y que allí se remate el proceso.

Una vez que una parte o la totalidad de los materiales fuesen entregados en el Museo de Pontevedra, ahí se abriría un proceso negociador entre ayuntamiento y Diputación para alcanzar el objetivo que se ansía desde hace más de una década: la cesión de algunas piezas para ser mostradas, por ejemplo, en el Pazo de Liñares.

Crespo Iglesias recuerda que el Concello acaba de cerrar, dentro de la estrategia DUSI; la adquisición de inmuebles y otras propiedades en el entorno de la iglesia y el castro de Donramiro con el fin de ponerlo en valor y que ahí cobraría un papel clave, también, la recuperación del legado de la fortificación de Bendoiro como parte del legado que nos dejó la cultura castreña en el municipio. “Nos vendría como anillo al dedo”, concluye.

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