Para el coordinador de Compromiso por Lalín, Rafael Cuiña, los presupuestos que tendrá Lalín el año que viene (19,4 millones de euros) son “sorprendentes y decepcionantes” para un Concello al que el anterior gobierno, liderado por él, dejó sin deudas y con 8 millones de euros en la caja. Para Cuiña el actual alcalde, Crespo, vive “en su mundo propio y no es consciente de la grave situación que está viviendo Lalín” porque presume de récord de presupuesto cuando ahora no tiene que pagar intereses a los bancos por casi 200.000 euros al año, como sí tuvo que afrontar el cuatripartito.

Cuiña también critica al actual gobierno por negarse a bajar las tasas, o a eliminarlas, directamente, como hizo el concello de Silleda. Añade que en la reunión que mantuvo el gobierno anteayer lunes con los hosteleros se les dijo que no podían suprimirse las tasas, “pero lo que no les dijo Crespo es que las ayudas directas tributan en el IRPF de los beneficiados, y las exenciones no, con lo cual volverán a pagar impuestos por la ayuda”.

El líder de Compromiso manifiesta que los presupuestos de 2021 “son peligrosos para el futuro de Lalín y muy poco solidarios, sin partidas concretas para el comercio y la hostelería, más allá de lo que se le da a la AED, y lo destinado a políticas sociales es casi ridículo teniendo en cuenta las necesidades que por desgracia va a tener el pueblo de Lalín”. El presupuesto marca 2,08 millones en este apartado.

En su valoración, añade que el presupuesto del año que viene incumple promesas del PP como la gratuidad del parking, de modo que va a ingresar cerca de 70.000 euros por un servicio “que en campaña se dijo que tenía un coste perfectamente asumible”. Sobre la partida para fomento del empleo (319.000 euros), “la cantidad es ridícula para la situación de pérdida de puestos de empleo de tantos vecinos”.

Mesa por la recuperación

Por último, Cuiña corrige a Crespo por decir que el cuatripartito solo hizo dos presupuestos, “cuando estuvieron dinamitando la posibilidad con un tránsfuga, teniendo que ir a mociones de confianza y no acudiendo a las reuniones para negociar las cuentas. Considera que el ejecutivo actual tiene que bajar sus salarios y propone crear una mesa por la recuperación de Lalín, en la que tengan cabida gobierno, oposición, sindicatos y patronal. “Deberíamos ir de la mano en esta situación”, aconseja el exalcalde.