El incipiente sector olivarero de A Estrada acaba de dar el pistoletazo de salida a su recolección de olivas para la elaboración de su oro líquido. Lo está haciendo con un sistema mixto de recolección de aceitunas que conjuga una modalidad mecánica con vibrador en las plantas más grandes y manual en las de menor tamaño.
Así sucedió, por ejemplo, ayer, en las plantaciones de Moreira cuyos frutos nutrirán ahora la producción de aceite de oliva virgen extra de la firma Ouro da Chousa de Juan Carlos Mosquera, el olivarero que, a la postre, se perfila como futuro presidente de la sección pontevedresa de la Asociación de Produtores de Aceite e Aceituna de Galicia (Apaag) A Estrada-Zona Sur.
Un año más –y ya van tres recogiendo aceitunas y produciendo su propio aceite- optó por confiarle la recogida a la misma cuadrilla especializada que se encarga de brindarle a su plantación todos los cuidados que necesita a lo largo del año. Los trabajadores emprendieron la recolección ayer mismo -a mano y con vibrador, según la tipología de la planta- en plantaciones radicadas en Vilafruxil y entre Devesa y Moreira Nova. Al fin, tras las persistentes lluvias de los últimos días, el cielo daba una tregua y permitía recoger el fruto de una cosecha que se prevé un tercio más reducida que la del pasado año por el mal cuajado de la flor que se produjo en primavera.
La aceituna cosechada, aunque “poca” es , sin embargo, “sana, buena y se encuentra en un estado óptimo de maduración”, según detalló su propietario, Juan Carlos Mosquera, para quien simultáneamente otra cuadrilla realizaba la recolección de olivas bravas y mansas gallegas en la zona de Ourense para mezclar con la arbequina de sus cultivos estradenses. Dado que las labores de recogida en ambas zonas ocuparon ayer buena parte del día de ayer, la aceituna se depositó en cajas que se guardaron en frío bajo la pretensión de desplazarse hoy mismo a la almazara de Cea (Ourense) para su molido y la extracción de aceite de oliva virgen extra. Proyecta obtener su ”oro líquido” esta tarde, traerlo de vuelta a A Estrada y dejarlo reposar hasta febrero. En esta ocasión optará por filtrar por decantación hasta febrero la práctica totalidad de los entre 500 y 600 litros de su producción y los 10 o últimos litros del depósito por filtros de papel.
Ya en la vecina parroquia de Callobre, Elvira Blanco Rivadulla y Lino Rey Rey –artífices de la primera marca de comercialización de aceite 100% estradense, As Devesas– ultiman estos días los cuidados a su plantación. Radicada en el lugar de Outeiro, conjuga en 6.000 metros de terreno casi 1.900 plantas de la variedad arbequina plantadas al amparo del proyecto Cernes con otras autóctonas plantadas por los antepasados de Elvira a las que nunca había aprendido a sacarles jugo. Ella y su marido se adentraron en el sector con todas las consecuencias. “Golpes de realidad” le han hecho ir aprendiendo. Ambos llevan el cuidado de sus plantas directamente.
Aunque las nuevas las plantaron en seto, las han ido rareando y seguirán haciéndolo para que no se toquen. Mientras, aprovechan su fruto y mezclándolo con la que dan los olivos plantados por sus ancestros elaboran el oro líquido que empezaron inicialmente a producir para consumo propio pero que, al tener excedente, decidieron vender con etiqueta y registro sanitario bajo la marca As Devesas, que tiene su propio perfil en Facebook. Apostaron por circuitos cortos de comercialización. Hoy lo venden en tiendas de A Estrada, por internet y en puestos de la Plaza de Abastos de Santiago, A Coruña y Ferrol.
Otros años Elvira y Lino le confiaron la recogida a una cuadrilla especializada. Este año, como medida de prevención Covid, han decidido cosechar ellos mismos. Ante las quejas generalizadas con la caída de la producción de este año, ellos no se quejan. Su aceituna es incluso más grande la de otros años.
