Silleda puede presumir de contar con dos de las joyas turísticas más codiciadas de la comarca, si no las más. Al templo románico de Carboeiro y su privilegiado enclave en un meandro del Deza se une la catarata formada en uno de sus principales afluentes a su paso por la parroquia de Pazos, considerado el salto de agua más alto de Galicia en caída libre. Si el monasterio ha sido plató de rodajes de películas o anuncios, la Fervenza do Toxa no le va a la zaga y también es a menudo objetivo de las cámaras con fines artísticos o publicitarios. Además, en los últimos tiempos se ha convertido en escenario de bodas, como recoge el portal especializado Mi Boda Rocks, que realizó una sesión fotográfica al pie de la cascada para uno de sus showrooms. La celebración de ceremonias, virtuales o reales, es otra característica compartida por los dos elementos de este tándem trasdezano, unidos, asimismo, por una doble ruta de senderismo. Si la afluencia de turistas a Carboeiro creció este verano, es muy probable que también lo hiciera en el enclave natural de Pazos. Aunque, a diferencia del monasterio, allí no hay cómputo oficial de visitas, sí hay constancia de muchas, tanto durante el verano como en las primeras semanas después del confinamiento. De hecho, la Fervenza do Toxa fue uno de los espacios preferidos para el esparcimiento de muchos dezanos y vecinos de otros puntos de Galicia durante la famosa desescalada.