El próximo martes la Praza da Igrexa de Lalín acogerá, a partir de las 20.30 horas, la presentación del libro Nobelo de luz (Edicións Fervenza) de la lalinense Charo Golmar Saavedra. La organización solicita que el público se acerque media hora antes del comienzo del acto organizado por el Concello de Lalín porque habrá entrada libre hasta completar el aforo.
-¿Cómo describiría su primera obra literaria de carácter poético?
-Es mi pequeña ópera prima. Se trata de un poemario sin poemas independientes porque se trata de un relato en primera persona. Tiene un principio y un fin con un hilo conductor durante todo el libro.
-¿Cuál es la experiencia personal en la que está basado?
-Realmente para mi fue una experiencia docente porque yo soy maestra y vivo mi profesión intensamente. En un momento determinado tuve contacto con un alumno muy especial, diferente y con capacidad diferente que tenía ciertas dificultades para comunicarse. De esa relación salió este poemario que más que mi voz es la de este alumno tan especial con el que compartí tres años de clases. Fue muy importante para mí tanto como aprendizaje como experiencia personal y, lógicamente, como experiencia profesional. A veces, tampoco tienes toda la formación que debieras para afrontar este tipo de experiencias y te marcan. Exigen un compromiso especial y, también, una sensibilidad distinta para atender las demandas y las necesidades.
-¿Se necesita estar hecha de una pasta distinta para afrontar un trabajo como la enseñanza?
-Yo creo que sí. Dicen que todo se hace pero pienso que la docencia es una profesión que exige una sensibilidad especial para poder llegar a todos los alumnos y, por supuesto, una buena formación. Estás trabajando con el futuro y con personas. Todo lo que tú puedes hacer al respecto es muy importante tanto para bien como para mal.
-¿Cómo vivió la suspensión del curso durante el estado de alarma reciente?
-Yo creo que todos lo vivimos intentando adaptarnos a las circunstancias que tocó vivir. Lo vivieron mal los alumnos y, también, lo vivimos mal los profesores porque nuestra profesión es de contacto y de relación social, de convivencia y de estímulo directo. Entonces, lógicamente, eso nos faltó y lo intentamos cambiar de alguna manera a través del teléfono y de los medios que teníamos. Fue una época difícil para todos, especialmente para los alumnos. Muchos me hicieron llegar la necesidad de que nos pusiéramos en contacto para vivir de otra manera todo eso que pasaba.
-¿Cuánto podría cambiar la docencia la nueva normalidad?
-Supongo que cambiaran muchas cosas -o eso es lo que se deduce de lo que estamos viendo- y esperemos que no cambie lo esencial. El colegio aporta una convivencia que no se puede paliar con ningún medio audiovisual o informático que fueron tan útiles durante todo el tiempo de la cuarentena.
-Supongo que querrá seguir escribiendo. ¿Existe ya prevista una segunda producción literaria?
-La verdad es que yo escribo desde muy pequeña porque para mí leer y escribir es algo maravilloso y toda una aventura. Pienso que es una manera de proyectarte con el mundo, de comunicación y de vivencias. En la escritura se pueden percibir todo un mundo de realidades diferentes y de emociones personales que me parecen muy interesantes. La literatura para mí es muy importante y como te digo escribí desde siempre, pero en la intimidad porque siempre fui una persona muy tímida. Esto fue un poco una encerrona porque mis amigos desde siempre me están animando a hacerlo y salió un poco así porque ellos me lo pidieron y al final terminé por hacerles caso. Seguiré escribiendo porque me gusta pero en lo de publicar ya se verá.
