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La autopista alcanza su techo de recaudación por peajes e ingresa casi 10,7 millones al año

- Acega consiguió también durante 2018 su segundo mejor balance económico con 1,65 millones de beneficio - Las reclamaciones de usuarios se duplican en la quinta vía de pago de España con menos personal por kilómetro

Cabinas de peaje a la altura del término municipal de Silleda. // Bernabé/Javier Lalín

Muchos años llevan los políticos prometiendo e incumpliendo el rescate de la AP-53, que salvo esta improbable medida continuará siendo de pago, y muy cara, hasta dentro de 54 años. En 2074 finaliza el plazo de concesión por parte del Ministerio de Fomento a Autopista Central Gallega (Acega) de la infraestructura puesta en marcha para vertebrar el interior de Galicia y, en particular, mejorar la conexión por carretera de Deza con la capital gallega.

La autopista Santiago-Alto de Santo Domingo (Dozón) carece de una alternativa real para la unión de la comarca con Compostela, con una N-525 que atraviesa muchos núcleos de población y sin demasiadas zonas para adelantamientos. Con todo, el tráfico en la vía de pago no para de crecer y su coste, tampoco, pese que la empresa sigue sin atajar problemas estructurales como los peligrosos charcos que se forman en el firme los días lluviosos. Otros charcos en los que se metió la concesionaria, luego solventados, fueron, durante el año pasado y en al menos dos ocasiones, cobros fraudulentos en los sistemas de peaje dinámico que al trascender públicamente forzaron a Acega a reintegrar a los usuarios el dinero cobrado de más. Las tarifas actuales obligan al conductor de un turismo que realice el tramo entre Lalín y Santiago, de ida y vuelta, a desembolsar 12,10 euros. Si hablamos de vehículos pesados, la cuantía casi se duplica.

Los otros números de la AP-53 nos indican que durante 2018 la concesionaria ingresó en concepto de peajes exactamente 10.683.300 euros, un montante que se incrementa en algo más de 192.000 euros respecto al balance del año anterior. Así se desprende de los datos facilitados por el ministerio, que indican asimismo que el resultado del ejercicio, es decir, el beneficio que tuvo la empresa se fue por encima de los 1,65 millones. De este balance hay que detraer gastos, amortización, pago de impuestos, pero también se incluyen transferencias recibidas en concepto de subvenciones. En este caso fueron 7.800 euros. Si echamos la vista atrás y observamos la evolución de los ingresos por peajes, en el período comprendido entre 2002 y 2018 -el año que se puso en marcha la infraestructura y el último del que existen datos- los usuarios de esta autopista se dejaron más de 137 millones y medio de euros. Y los casi 10,7 del último ejercicio suponen un récord absoluto y muy por encima de, por ejemplo, recaudaciones de 8,8 millones de 2014.

El tráfico en la vía alcanzó un promedio de 6.749 vehículos al día, lo que representa un crecimiento de algo más del 3% respecto a doce meses antes. Casi el 94% del tráfico corresponde a turismos. Si atendemos a lo que técnicamente se denomina vehículos por kilómetro recorrido, esta cifra alcanza los 139,45 millones.

Por otro lado, durante 2018 solo constan que las asistencias de la vía interviniesen en dos remolcajes y en lo que concierne a las asistencias sanitarias no constan datos. Sí llama la atención el importante incremento en las reclamaciones presentadas a la empresa por parte de usuarios; un total de 27, frente a las 13 contabilizadas un año antes. Estas se deben a los siguientes motivos: comportamiento incorrecto del personal (3), tarifas (3), sistemas de peaje (2), conservación y mantenimiento (2), retenciones de tráfico (6) y las 11 restantes se incluyen en un epígrafe indeterminado.

Según el informe de Fomento el cuadro de personal de la concesionaria está formado por un total de 41 empleados, uno más que un año antes. 26 de ellos corresponden a los servicios de mantenimiento, una decena trabajan en las cabinas de peaje y cinco en los servicios generales. De las 19 autopistas gestionadas por el ministerio, la AP-53 es la quinta por la cola en lo que atañe al número de empleados por kilómetro.

Si nos centramos en los precios medios por cada mil metros de autopista recorridos, la cifra se sitúa en 0,1172 euros, bajando hasta los 0,1042 para los vehículos ligeros y 0,2084 para los de mayor tonelaje.

Para la construcción de la AP-53 la Xunta había aportado 60 millones de euros a fondo perdido, cantidad idéntica que la asumida por el ministerio, aunque en este caso la cuantía debía ser reintegrada con intereses. En lo que respecta a la evolución del coste de la deuda de Acega como sociedad concesionaria en los últimos años se redujo, desde un promedio de 245.370 euros en 2014, a los 199.913 cuatro ejercicios después.

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