La imagen de esta empresa está fuertemente ligada a la de su fundador y propietario: Florentino Cacheda López. Este lalinense nacido en 1938 fundó esta firma en 1963 desde entonces el taller de confección se convirtió en una de las empresas del secto de referencia en Galicia tras pasar, entre otras sedes, por la rúa da Ponte, luego montar una fábrica más dimensionada en O Rodo y finalmente implantarse en una de las parcelas de mayor tamaño del parque empresarial Lalín 2000.

Con tiendas propias en la cabecera comarcal dezana y en ciudades gallegas o españolas. A finales del año pasado, dentro de su plan de expansión se inauguraron 17 de la veintena de establecimientos proyectados en algunas de las principales capitales de la geografía española. La icónica marca preveía, para los próximos dos años, una inyección de más de un millón de euros para aperturas de tiendas propias, al margen de su presencia en grandes almacenes con espacios de venta reservados. Aunque años atrás hizo una incursión en el diseño para la mujer e incluso en moda infantil, la marca es conocida desde hace décadas por sus modelos masculinos que van desde los trajes sastre a otros más casual, además de una amplia gama de complementos como calzado o incluso su propia fragancia. Con la llamada a la puerta de los nuevos modelos de compra, en los que el cliente no necesariamente acude a tienda, la empresa habilitó un canal de venta a través de su propia página web.