El portavoz del PSOE, Román Santalla, consiguió que el gobierno decidiese aplazar el reglamento para la elección de los alcaldes de barrio. Un representante de cada partido de la oposición se reunirá con el edil de Obras en el Rural y Fiestas, José Cuñarro, para pulir la futura normativa. Tanto Francisco Vilariño como Rafael Cuíña insistieron en que ahora lo que tocaba era profundizar en los mecanismos democráticos que instauró el gobierno de coalición en el rural. Mientras el líder del BNG recrimina que no se pueda derivar este cargo en asociaciones con la mayoría de socios residentes, Santalla considera que no queda clara la participación de los vocales y Cuíña le aconsejó que cuando lleguen estas elecciones, el gobierno no busque comisarios políticos, "sino gente dispuesta a hacer lo mejor para sus aldeas".

En esta cuestión el secretario, César López, manifestó sus dudas acerca de si un concejal puede presentarse a alcalde de barrio. Para el BNG, prohibir esta posibilidad es negarle el derecho a un edil, como vecino, de ser la voz de los residentes en su aldea. Y claro, aquí también volvieron a saltar las pullas del "y tú más". Crespo acusó al cuatripartito de puentear a los pedáneos de Donramiro y Muimenta, "porque no eran de su cuerda", y Vilariño recordó que hubo ocasiones en que uno de estos pedáneos, afín al PP, no abrió el local para un mítin del BNG.