La polémica suscitada por cobros irregulares en el peaje de la AP-53, de plena actualidad en los últimos días, se remonta a hace al menos diez años. Personal de la empresa Autopista Central Gallega (Acega) aseguraba hace ahora siete años que la concesionaria desoía, desde 2009, sus advertencias por cobros abusivos en los sistemas de telepeaje.
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Entonces, el comité de empresa alertó a Acega de deficiencias en el sistema de pago automático. Esta incidencia suponía que los problemas con los mecanismos conocidos como OBE en la salida de la vía situada en las inmediaciones del recinto ferial de Silleda provocaba que los usuarios pagaban lo mismo que si continuaban su viaje hasta Lalín. La práctica de coger la salida de la Semana Verde -las cabinas de pago por el trayecto hasta la cabecera comarcal dezana están a unos 300 metros después, también a la altura de la parroquia silledense de Ponte- para ahorrarse el dinero que cuesta el desplazamiento entre Silleda y Lalín sigue siendo habitual, debido al elevado coste que suponen los ocho kilómetros que separan el núcleo de la capital tradezana de la primera salida de Lalín, en las inmediaciones del parque empresarial. Si entonces se ahorraban 2,10 euros, con las últimas tarifas en vigor desde el pasado día 1 de enero, ahora son 2,45. Entonces, según fuentes del comité de empresa, Acega se había comprometido a resolver esta incidencia y así se hizo tras acometer una revisión en los mecanismos de pago automático. Este episodio coincidió casi en el tiempo con la decisión de la concesionaria de quitar el personal del la salida de Silleda, sustituyendo a los trabajadores por las máquinas de pago automático o mediante tarjeta de crédito. Mientras tanto desde Acega se indicó entonces que estos cobros irregulares, que serían resueltos con la mayor brevedad, podrían haberse debido a la complejidad que supone implantar un modelo digital y automatizado.
Los cobros abusivos por deficiencias en los sistemas de peaje en una de las vías de pago más caras de España se reprodujeron a comienzos de este año cuando trascendió que la empresa estaba cobrando a los usuarios 3,6 euros de más por el trayecto Lalín-Silleda de lo establecido legalmente en las tarifas vigente aprobadas por Fomento. Es decir, La máquina automática marcaba un peaje de 3,6 euros, cuando la tarifa estipulada para el tramo entre estas dos localidades es de 2,45 euros. A raíz de la denuncia pública del teniente de alcalde de Lalín, Nicolás González Casares, otros usuarios aseguraron que los sobreprecios se estaban aplicando en todas las salidas de la autopista con pago automatizado. Días después la concesionaria realizó tareas de verificación en las cabinas de Silleda y volvió a aplicar las tarifas de manera reglamentaria.
Mientras, el BNG anunció que elevaría al Parlamento de Galicia una iniciativa para que desde el Ministerio de Fomento se examinasen todos los peajes y se acabase con posibles cobros irregulares en una vía ya de por sí prohibitiva para la mayor parte de los bolsillos de los dezanos.