José Luis Barreiro lleva toda una vida dedicado al sector de la carpintería metálica en aluminioy en PVC con la firma Moybar. El asalto que sufrió en su propia vivienda el jueves le ha llevado a pensar profesionalmente en la necesidad de idear un sistema que refuerce la seguridad de los edificios ante el eventual ataque de un intruso.

Señala que, desde el exterior, siempre pueden atacar el bombillo y, entonces, la cerradura de seguridad "no vale para nada". "Antes se cerraba la puerta con una tranca, que entraba en la pared", señala. Ahora, apunta, se venden cerramientos que protegen del agua y del viento pero son "un paripé en seguridad". Se busca aumentando espesor del vidrio pero, pese a esos espesores, "la hoja y el bastidor siguen siendo el mismo". "Es como si a un coche le metes mejores ruedas pero tiene el mismo motor", concluye.

Asaltantes profesionales pertenecientes a una banda organizada -como se supone que son los que asaltaron su casa- lo revientan "en dos segundos". Por eso, pretende idear algo que mejore de facto la seguridad. Lo mejor que conoce al respecto es un sistema alemán pionero con serie blindada que ya vendió para Venezuela, un chalé en Nigrán y un piso en Madrid.