Síguenos en redes sociales:

Adega alerta de los efectos de las dos balsas que construirá la mina de Touro

La explotación generará más de 100 millones de lodos tras la separación del mineral

La organización ecologista Adega publica en su suplemento Sermos Adega varios informes sobre los efectos de la antigua mina de cobre de Touro y O Pino y las consecuencias medioambientales que traerá la reapertura de la explotación. La mina ocupará, en un inicio, 689 hectáreas, de las que 489 son terrenos agrícolas y forestales. El proyecto pretende extraer 356.000 toneladas de cobre en un plazo de 16 años, en 10 cortas y con turnos de trabajo ininterrumpidos.

Las rocas que se obtienen de las voladuras se trituran y se muelen. Mediante reactivos se separa el cobre, y el material estéril se depositará en dos balsas de lodos en las que se acumularán, en total 103 millones de toneladas de lodos tóxicos, a menos de 200 metros de las aldeas de Arinteiro y Os Torreis. Adega quiere dejar claro que aún perviven los efectos de la mina que cerró hace 32 años: las analíticas de agua de los arroyos Portapego y Pucheiras indican que la presencia de cobre supera seis veces la media anual, y el pH supera mil veces la recomendación para el consumo.

Pulsa para ver más contenido para ti