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Dos años sin hora

A Estrada continúa sin reponerse por completo de los efectos causados por la caída de un rayo, en abril de 2016, sobre la cúpula de su casa consistorial

Los dos óculos que ocupaban las esferas del reloj siguen tapados, a la espera del arreglo. // Bernabé/Cris M.

Fue una tarde de domingo. El 10 de abril de 2016 llovía en A Estrada. El cielo pintado de gris invitaba a quedarse en casa y dejarse mimar por la manta del sofá. Sin embargo, la tranquilidad de quienes hacían zapping en la zona más céntrica de A Estrada se esfumó con la caída de un rayo. El suministro eléctrico se interrumpió en algunas partes de la villa. Unas 5.000 líneas de telefonía y ADSL se vieron afectadas por una descarga registrada a las 19.50 horas, quedando solucionada la incidencia diez minutos por encima de la medianoche. La acción del relámpago alcanzó también a 17 estaciones base, de manera que el suceso acabó afectando también a la telefonía móvil, aunque no se pudo precisar a cuántos usuarios. Sin embargo, fue la casa de todos los estradenses la que se llevó la peor parte y también la que, transcurridos dos años, continúa sin reponerse del todo a aquella tarde de domingo.

Al consistorio le ha costado mucho librarse de la huella de este fenómeno meteorológico. Y lo ha hecho por etapas. Los primeros pasos se dieron en el día después de que el rayo impactase contra la cúpula. Cables y cuadros eléctricos totalmente calcinados, desperfectos en algunas dependencias administrativas y todas las comunicaciones de la administración local interrumpidas figuraron en el primer parte de consecuencias de esta fuerte descarga eléctrica. En el exterior, la "herida" causada por el relámpago estuvo al aire en una cúpula de la que se desprendió una lámina de pizarra, ocasionando daños a vehículos que se encontraban estacionados en la avenida Benito Vigo, en las inmediaciones del consistorio.

Tras restablecer los servicios internos, no sería hasta más de un año después de aquella tormenta cuando arrancasen en la cúpula del consistorio las obras para reparar los daños causados por el rayo. El coste de la actuación se aproximó a los 40.000 euros. La reparación exigió el empleo de un elevador, dada la altura a la que tuvieron que realizarse los trabajos. Teniendo en cuenta el importante coste que ello suponía, la actuación se aprovechó para que quedase ya instalado el nuevo pararrayos en la zona más alta del ayuntamiento estradense, así como las nuevas conexiones de toma de tierra.

En paralelo, se reservaron 8.000 euros para reparar desperfectos sufridos en zonas interiores del consistorio, cuyas paredes de pladur resultaron dañadas por el rayo. Las grietas surgidas por esta causa y el desconchado del falso techo debido a la tormenta fueron eliminados.

Sin embargo, aquella tarde hubo otro damnificado que continúa a la espera de reponerse a la furia del cielo. El domingo 10 de abril de 2016 las agujas del reloj que corona la cúpula del Concello de A Estrada fueron recogidas en la Praza da Constitución. El impacto del rayo las hizo saltar por los aires y, con ellas, también las esferas en las podía leerse la hora con solo levantar la vista.

De esa tormenta el reloj histórico que llegó a A Estrada hace décadas procedente de Roquetas del Mar, en Tarragona, salió 'vivo', pero no indemne. Aunque sus esferas se hicieron añicos, el mecanismo siguió funcionando, aprovechando la cuerda que todavía tenía. De hecho, el rayo impactó en el consistorio cerca de las ocho de la tarde de aquel domingo y el reloj siguió marcando la hora hasta las ocho de la mañana siguiente. Sin embargo, la instalación eléctrica ideada para dar cuerda al reloj o para que desde lo alto de esta torre los estradenses puedan escuchar las notas musicales del carillón quedó calcinada. Con ello, este emblemático reloj enmudeció.

El Concello cuenta ya con un proyecto para recuperar este año -aunque todavía se desconoce cuándo- el reloj monumental del consistorio. Ponerlo de nuevo en marcha, reparando los huecos de las esferas; restaurando los marcos de hierro; reconstruyendo las esferas propiamente dichas conforme al diseño original; restaurar las dos minuterías y colocar los dos conjuntos de agujas artísticas, costaría 7.890 euros. A mayores, el Concello pretende recuperar la sonería exterior, lo que comporta un nuevo circuito eléctrico independiente para el reloj, un nuevo mueble para los equipos, un cuadro para la gestión automática, un nuevo carillón y un amplificador, además de los correspondientes altavoces. Esta actuación costaría otros 9.000 euros.

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