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José Crespo entre su plantación de lúpulos en la corta de las plantas. // Bernabé/JavierLalín

El espíritu de la cerveza nace en Lalín

Un vecino de Barcia realizó una plantación de lúpulos, ingrediente fundamental que aporta el sabor amargo a la bebida espumosa y le da el aroma característico

En la parroquia lalinense de Barcia, el vecino José Crespo se animó a realizar una plantación de lúpulos, algo que es poco habitual en la zona de Deza. Su plantación ocupa 1.000 metros, que equivalen a 2 ferrados. "Para experimentar este año ya me llega, porque los costes son elevados, sobre todo cuando se trata de la primera cosecha", comenta Crespo.

Fue en el mes de marzo, cuando debido a su estado en paro y porque tenía dinero ahorrado, decidió hacer la plantación: "Ya pensara en ello hace seis años cuando vi un documental, pero no podía dedicarme a ello por falta de tiempo y de dinero. Hasta ahora me estuve informando de todos los procesos. Además también conseguí que tuviese salida entonces me decidí a hacerlo y también para darle uso a los terrenos que están abandonados", explica Crespo. Este tipo de cosecha tiene un cuidado especial, además hay que destacar que hay muchas variedades en estas plantas (en torno a 90). Para su primera plantación, Crespo se decantó por la planta Saaz, serán en torno a 100 plantas e hizo una prueba con nueve plantas de la variedad Nugget, para probar y que, de momento, le dio resultado. En primer lugar se debe hacer la plantación para que enraícen y así, en los siguientes años, ya brotarán por si solas con los cuidados. Crespo la realizó en marzo, con la intención de iniciar la recogida en el mes de agosto. Como todas las plantaciones, se debe abonar, limpiar y si es necesario, sulfatar. "En esta primera cosecha tuvimos mucha suerte que no fue necesario", aclara Crespo. A partir de la primera plantación, hasta dentro de unos tres años, las plantas no producirán al 100%, pero aún así "este año estoy sorprendido con la cantidad de lúpulos que brotaron". Una vez que se consigue que nazca el lúpulo y madure, hay que realizar la corta de las plantas, que se ejecuta desde la raíz, para que, en la cosecha del año que viene vuelca a crecer entera. "Las plantas crecieron de forma desigual porque en esta primera corta no puedo segarlas todas, tengo que valorar cuales están maduras y las que aún necesitan más tiempo de maduración", aclara.

Cuando la flor del lúpulo ya está fuera de la planta, necesita un proceso de secado que, en las grandes fábricas realizan con máquinas de calor artificial y solo dura unos 10 minutos. "Yo, como soy novato, este proceso aún tengo que analizarlo. Lo que sé es que será artificial, puesto que es de lo que dispongo en casa. Por lo que me va a llevar mucho más. Todo esto lo iré controlando en casa a lo largo de los días y mirando como evoluciona el lúpulo", comenta Crespo. Ahora mismo tiene ya acordado con la fábrica de cerveza pontevedresa Nasa, pero apunta que "haré alguna prueba más que aún no quiero adelantar". Esta primera experiencia ha sido positiva, según comenta, ya que tuvo buenos frutos, por eso, "en un principio, tenía pensado esperar unos años para aumentar la plantación, pero si el dinero me lo permita, este año puede que aumente ya algo, en vista de los buenos resultados obtenidos. Para esto se necesita mucho dinero, porque realmente es una inversión considerable, sobre todo en la primera cosecha", explica Crespo.

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