La Consellería de Medio Rural pospone al año que viene el acondicionamiento del acceso a la iglesia de Insua, una obra que se contempla dentro de las actuaciones a realizar en la concentración parcelaria de esta parroquia, que afecta también a la de Duxame y Portodemouros.
En un principio, el departamento que encabeza Ángeles Vázquez confiaba en poder actuar sobre dicho acceso durante el segundo semestre de este año. Había incluso una dotación de 400.000 euros para obrar en la zona y en la capacidad portante. Actualmente, las dimensiones de la pista impiden a los autobuses acercarse al templo y al camposanto. Pero, según indican desde la junta local, la consellería no llegó a un acuerdo con un vecino para que cediese terrenos y así poder ensanchar la pista. A este propietario se le daban, como compensación, otros terrenos en la masa común. Ahora todo apunta a que la Xunta tendrá que estudiar una alternativa. Hay que señalar que la variante al templo de Insua era, y es, una demanda histórica de los afectados por la parcelaria. Desde Medio Rural ya se anunció en un primer momento que la futura pista no tendrá un trazado idéntico a la actual porque no se quiere interferir en la visibilidad del templo. La obra incluye una zona de aparcamiento, y ya no pudo acometerse durante el año pasado por falta de presupuesto.
Lo que sí se está cumpliendo dentro de plazo es la colocación de lindes que delimiten las nuevas fincas. Esta intervención comenzó en abril y según avanzan desde la junta local están prácticamente todos colocados, con lo que no se descarta que la entrega de las nuevas propiedades tenga lugar a finales de año. Urge este trámite porque son muchos los vecinos que se dedican a actividades agroganaderas y precisan las nuevas fincas para continuar con su producción.
Sí se avanzó, también, en otra cuestión: el acondicionamiento de pistas para las nuevas fincas. En los últimos meses se abrieron nuevos caminos, pero sobre todo en la zona de Insua, por lo que se pide a Medio Rural que intervenga también en las de las parroquias de Duxame y Portodemouros.
A decir verdad, desde finales del año pasado hasta hoy esta concentración parcelaria de Vila de Cruces ha avanzado de forma notable, después de que estuviese prácticamente desde 2012 sin ningún tipo de novedad. La situación fue tan extrema que los miembros de la junta local incluso amenazaron con abandonar sus cargos si Medio Rural no volvía a tomar las riendas del proceso de reordenación de las parcelas. Fue necesaria, incluso, la mediación del alcalde, Jesús Otero, para que se retomasen los trabajos. Lo cierto es que esta concentración de Insua-Duxame-Portodemouros se está prolongando demasiado en el tiempo. El decreto para la puesta en marcha del proyecto se aprobó en marzo de 2000, es decir, hace 16 años. Contempla que de las 10.809 parcelas originales queden tan sólo 1.275, ya que se actúa sobre una superficie de 1.197 hectáreas. Los dueños afectados suman 566.
Esta concentración no es la única que sigue abierta en el municipio cruceño. En el listado de Medio Rural figura también la de Brandariz-Obra-sector Brandariz. En este caso, los trámites para rematar con el minifundio se iniciaron incluso mucho antes, en 1992, de modo que lleva en proceso nada menos que 24 años. Hay 8.348 parcelas antiguas que deben reordenarse para que el resultado final se quede en una cifra mucho menor. El último avance en esta concentración fue la aprobación de las bases definitivas. Hay 575 propietarios afectados y una extensión sobre la que intervenir de 986 hectáreas.
Por otra parte, ya están terminadas desde hace tiempo las parcelarias del sector de Obra en Brandariz-Obra, la de Camanzo, Gres, Larazo, Sabrexo, San Pedro de Losón, Añobre, Bascuas y Bodaño.