-¿Podemos decir que repunta el mercado inmobiliario en Lalín?
-La verdad es que nosotros sí notamos cierta mejoría en lo que va de año, porque se está manteniendo tanto el nivel de ventas como de precios. Eso sí, no se trata de un aumento muy notable.
-Menciona que hay cierta estabilidad en los precios. ¿Han bajado mucho respecto a la época anterior a la crisis?
-Va por zonas. El centro de Lalín nunca perdió valor, mientras que en enclaves como A Corredoira u otras zonas más apartadas hay pisos que hace ocho años valían 160.000 euros y hoy un inmueble ubicado enfrente, con categorías muy parecidas, puede conseguirse por 80.000. Eso sí, a la hora de comprar el cliente tiene en cuenta muchas cuestiones: un piso de segunda mano es más económico que uno nuevo, pero tampoco es lo mismo una vivienda de 40 años que una de 3. Se buscan viviendas céntricas y con servicios. Por hablar de precios, una vivienda nueva con menos de 10 años y con dos dormitorios puede moverse en una horquilla de 40.000 euros para la zona de A Corredoira y de 60.000 para los pisos que se ubican en el entorno del ambulatorio. En O Regueiriño, por poner otro caso, un piso de tres habitaciones puede costar unos 125.000 euros, pero es que hasta no hace mucho una vivienda de estas características podía acercarse a los 180.000.
-¿Cuál es el perfil de vivienda más buscado?
-Depende mucho de la edad de los compradores. Nuestro cliente más habitual es el que tiene entre 30 y 45 años, y busca normalmente una vivienda con tres habitaciones. La gente más joven ya se decanta por un piso de dos. Eso sí, ahora la vivienda que se compra es para residir en ella, como vivienda habitual. Se acabó lo de comprar un piso con la intención de alquilarlo después. Eso sí, seguimos en el momento idóneo para comprar un piso.
