La economía de las empresas que han resistido los embates de la crisis presenta signos de clara mejoría en los últimos años. Ejemplo de ello es la reducción de los procesos de ajuste laboral que no hace tanto habían terminado con cientos de trabajadores en la calle, de forma definitiva o temporal, o con recortes en su jornada y, a menudo, también en su nómina. El año pasado concluyó con cuatro expedientes de regulación de empleo (ERE) en Deza -ninguno en Tabeirós-Terra de Montes- y ocho personas afectadas; supone el menor número de casos desde 2009. El momento álgido se vivió en 2012, con más de 600 empleados involucrados en 44 expedientes reguladores.
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En 2015 fueron cuatro los expedientes tramitados en la comarca dezana por la Consellería de Economía, Emprego e Industria, es decir, menos de la mitad de los nueve que había autorizado el ejercicio inmediatamente anterior. De los casos contabilizados el último año, dos correspondieron a reducción de jornada y otros dos a suspensión de contratos. El número de trabajadores afectados ha mermado un 70%, al pasar de los 25 de 2014 a ocho el pasado curso: Cuatro padecieron modificaciones de sus condiciones laborales en forma de reducción de jornada y otros cuatro lo hicieron en la modalidad de suspensión. Al igual que había sucedido en 2014, no se registraron expedientes de extinción en las empresas de los nueve concellos. En concreto, Lalín, Silleda y Rodeiro concentran todos los casos.
En el municipio más grande y poblado de Deza constan dos ERE con seis trabajadores damnificados, repartidos al 50% entre suspensión y reducción de jornada. Es un caso y dos personas menos de las que figuraban en 2014. Silleda, que el año anterior se había librado de estos procesos, presenta ahora uno con un empleado al que le redujeron el tiempo de trabajo. Rodeiro reduce a la mitad sus casos y el personal involucrado, de modo que cierra 2015 también con un solo expediente y un trabajador afectado por suspensión.
Por primera vez desde el inicio de la crisis, las empresas de Tabeirós-Montes se libran de las regulaciones laborales. Si en 2014 A Estrada había registrado tres expedientes con 13 trabajadores inmersos en los mismos, ahora ni este municipio ni los de Forcarei y Cerdedo figuran en el listado proporcionado por la Xunta de Galicia. Tampoco aparece Vila de Cruces, que había tenido un ERE con dos personas afectadas en 2014.
Caída provincial y gallega
La situación vivida en Deza se enmarca dentro de un contexto general de mejoría económica que se percibe en el resto de Galicia. Así, en el conjunto de la provincia de Pontevedra, el número de expedientes total en 2015 fue de 299, un 38,1% menos que en el ejercicio precedente. Y la cifra global de trabajadores damnificados se situó en 2.939, con una reducción del 57,2%, pues en 2014 habían sido 6.882 las personas que se habían visto obligadas a modificar sus condiciones laborales. En lo tocante a Galicia, la consellería autorizó un total de 606 ERE en 2015, esto es, un 38,41% menos. El número de trabajadores involucrados quedó en 6.189, tras un descenso del 47,38% en comparación con el ejercicio 2014.