-¿Para cuándo la entrega del premio Arume de este año? ¿Habrá continuidad tanto en este galardón como en el Estornela?
-El Arme se falló el mes pasado y se entregará antes de finales de enero. Normalmente se hacía en diciembre, pero este año lo cambiamos por razones obvias. Hubo ahí atrás unos momentos que estuvieron en blanco para todos. Tanto el Arume como el Estornela van a continuar porque él estaba muy involucrado totalmente con ellos y especialmente interesado en ambos. La misión de la fundación es continuar su obra.
-¿Están previstos cambios en la Fundación Xosé Neira Vilas?
-Habrá una reunión en el patronato para decidir una serie de cosas. Habrá que buscar presidente, pero no te puedo decir si habrá alguna reestructuración en ella. El patronato decidirá lo que hay que hacer, pero hay que continuar con su labor porque él siempre lo quiso así. Decía que no había nada parecido en ninguna aldea de Galicia.
-¿Cómo funciona la biblioteca en esta época del año?
-Ahora hay menos niños, que son los que más suelen aparecer por aquí. Lo que abundan son las madres con niños que vienen a llevarse libros para sus casas. Son préstamos de una semana y, también, para encontrar los textos que les piden en los colegios como libros de lectura. Tenemos más de ocho mil volúmenes y supongo que habrá que aumentar los fondos con las novedades editoriales.
-¿Le gustaría mantener su tarea en la fundación o le apetecería cambiar de función?
-Estoy a la orden del patronato de la fundación y para hacer todo lo que se pueda por impulsarla. Es algo gratificante, sobre todo para que mi, que me gustan los libros. Soy una gran seguidora de Antonio Muñoz Molina, José Luis Sampedro y, también, de Víctor Freixanes.
-¿Considera que la dimensión de su tío todavía puede ampliarse con el paso del tiempo?
-Se puede agrandar aún más. Básicamente se le conoce por Memorias dun neno labrego, pero sería importante olvidarse un poco de Balbino y empezar a conocer otras obras destacadas de Neira Vilas. Memorias... es muy especial, pero tiene otras cosas como Querido Tomás, Aqueles anos do Moncho, o toda su obra de investigación, porque él en un momento determinado aparcó la ficción para investigar sobre Galicia. En La Habana se encontró mucha información sobre gallegos y tiene mucho publicado sobre todo ello que es algo poco conocido. Se trata de una obra considerable y que sería bueno que todo el mundo la conozca por su importancia.