Duro golpe de realidad para el Pontevedra

El equipo granate pierde por goleada contra el Mérida y reduce a casi un milagro sus opciones de permanencia en Primera Federación ä La debilidad defensiva del cuadro local y la alta intensidad visitante fueron claves

Jugadores del Pontevedra lamentándose tras encajar el segundo gol ante el Mérida ayer. |  // GUSTAVO SANTOS

Jugadores del Pontevedra lamentándose tras encajar el segundo gol ante el Mérida ayer. | // GUSTAVO SANTOS / Cristina Prieto

Totalmente superado a nivel táctico, técnico y físico, el Pontevedra encajó ayer una abultada derrota frente a un Mérida que controló el encuentro de principio a fin y dejó muy tocado a los granates, tanto en la clasificación como a nivel anímico. El cuadro extremeño impidió la reacción local tras el gol de Brais Abelenda al filo del descanso (que suponía el 1-3) y se impuso básicamente por intensidad y velocidad, y también con una alta dosis de efectividad, a un conjunto granate especialmente frágil a nivel defensivo, que echó muchísimo de menos al lesionado Churre en la zaga y dejó muy señalados a Soto y Derik. Juan Señor cambió su alineación, apostando por un 4-1-4-1 que dejó a Miguel Román muy desprotegido en el centro del campo y a Brais Abelenda entrando muy poco en juego al situarse caído a la banda derecha.

Después de un primer aviso claro superado el cuarto de hora de juego, en un centro desde la derecha que Dani Lorenzo cedió de cabeza a Chuma, que controló en el punto de penalti y remató alto, llegó el 0-1. Tras una pérdida de Miguel Román, Álvaro Ramón recibió en la banda izquierda y sacó un buen remate cruzado que Cortés llegó a tocar, pero no lo suficiente para desviarlo.

La afición granate respondió animando a los suyos, pero apenas cinco minutos después, nuevo golpe del Mérida, esta vez tras una pérdida de Javi Robles en la izquierda; Larrubia prosperó con el balón y, desde fuera del área, disparó ajustado al palo.

Se acercó entonces el Pontevedra, en un centro raso de Álex que llegó a tocar Brais Abelenda, pero la defensa despejó la pelota. En el minuto 35, el árbitro anuló el que sería el 0-3 por falta de Chuma sobre Soto. Juan Señor reaccionó entonces sacando a calentar a Bakero y Martín Diz, aunque no entrarían hasta la segunda parte.

En el minuto 39 sí que subiría el 0-3 visitante al marcador, en un córner que Sandoval lanzó al primer palo, donde cabeceó Meléndez ante la pasividad de la defensa granate. Solo dos minutos después, Brais Abelenda recortaba distancias cabeceando un centro de Ángel Bastos y dejaba abierta la esperanza a una remontada en la segunda parte, aunque al filo del descanso, el Mérida estuvo a punto de repetir el tanto del 0-3, con un córner lanzado al primer palo, pero esta vez la defensa despejó la pelota a saque de banda.

En la reanudación, solo un cambio en el Pontevedra a pesar de las horribles sensaciones de la primera parte, entrando Martín Diz por Javi Robles. Sin embargo, el principal problema del cuadro granate no se resolvió: la fragilidad defensiva seguía y se evidenció ya en el minuto 49, cuando Larrubia peleó un balón a Bastos y consiguió sacar un envío raso al punto de penalti, donde Dani Lorenzo, solo, disparó de primeras rozando el palo.

Solo un minuto después, el mismo Larrubia no fallaría. En un nuevo error defensivo, el futbolista del Mérida recogió un balón rechazado y marcó de tiro cruado.

Era el minuto 50 y el Pontevedra ya bajaba los brazos después de ese 1-4. No se veía reacción en el césped, pero tampoco en el banquillo, con un solo cambio antes de encajar otro gol más. Fue en el minuto 67,obra del recién ingresado Copete tras un disparo de Meléndez que rechazó Cortés y que no defendió bien Seoane.

Para completar las malas sensaciones, Juan Señor dio entrada a Gueye a 20 minutos del final, llevándose una sonora pitada de Pasarón en la sustitución y cada vez que tocaba la pelota. En una de estas ocasiones, el senegalés se internó en el área por la derecha y consiguió asistir a Casáis al punto de penalti, desde donde el canterano remató al palo.

El Mérida no quiso hacer más sangre, bajó una marcha y ni así el Pontevedra consiguió al menos un gol más con el que maquillar un horrible resultado que lo deja virtualmente descendido, no tanto por los puntos que le separan de la salvación, sino por la gran cantidad de equipos que tiene por encima en la clasificación.

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