Prácticamente el mismo equipo, pero totalmente diferente al del año pasado. Un Pontevedra intenso, ordenado, que sabe a lo que juega, con mucho más ritmo con el balón, con rapidez para presionar tras pérdida y quizá con el único “pero” de conceder demasiadas faltas peligrosas a un rival con mucha calidad como el Alcorcón debutó ayer en Primera Federación dejando muy buenas sensaciones en un estadio de Pasarón que registró una entrada acorde con la categoría y con la ilusión de la afición granate por volver a ver a los suyos sobre el verde; un verde que tiró un poco hacia el marrón, ya que el estado del césped fue uno de los pocos puntos negativos de la tarde. En definitiva, un equipo con las ideas claras, como avisó su entrenador, Antonio Fernández, en la previa del encuentro. Al final, la liga comienza con un empate que sabe a poco por las ocasiones que falló el Pontevedra, pero que hay que valorar por el nivel del rival y el debut en la categoría.

Avisó el Alcorcón en los primeros compases a balón parado. Primero, en un córner lanzado por Javi Lara que Dalmau cabeceó prácticamente solo en el corazón del área, pero fácil para Álvaro Cortés, y después en un saque de falta del mismo Lara que Castro peinó para Dalmau, que finalizó con un remate que salió rozando el poste. Respondió el Pontevedra con un robo rápido tras pérdida que acabó con un disparo desviado de Brais.

Superado el primer cuarto de hora, los granates tuvieron sus mejores minutos con el balón y estuvieron a punto de adelantarse en el marcador, primero en un córner que Soto acabó rematando fuera, con el portero vendido, y después con una falta directa lanzada por Oier que se estrelló en el larguero. Y en el fútbol, quien perdona lo paga, y el Pontevedra lo pagó encajando el 0-1 tras una nueva falta peligrosa que concedió. Lanzó Javi Lara y Babín, con autoridad, cabeceó a la red.

Parecía que el Pontevedra se había repuesto del golpe, pero el Alcorcón estuvo a punto de ampliar distancias en un disparo de Álvaro Bustos que salió rozando el larguero y en un centro-chut de Iago López desde la derecha que se envenenó, pero Álvaro Cortés estuvo muy atento para despejar con una gran estirada y, después, detener el remate de Bustos tras su rechace.

El buen juego de los granates obtuvo, por fin, recompensa con el tanto del empate al filo del descanso. Tras una buena jugada de combinación, Oier dio un pase interior a Bastos, que centró al área y encontró el cabeceo de Brais, algo forzado, pero el meta visitante estuvo lento para evitar que entrase el 1-1.

En la reanudación, el guión se mantuvo igual, con un Pontevedra que dominaba la pelota y proponía con velocidad y criterio y con un Alcorcón que buscaba sorprender a la contra o aprovechar alguna de las jugadas a balón parado.

El primero en probar suerte fue Miguel Román con un buen disparo desde media distancia, con algo de parábola, que Andrés tuvo que mandar a córner in extremis. Después fue Rubio el que remató, pero algo desviado.

A la hora de partido llegaría la ocasión más clara de la segunda parte para los de Antonio Fernández, en una falta lanzada por Oier desde la derecha al segundo palo, donde Rufo remató alto.

Tras un aviso de Javi Lara, con un disparo que se fue desviado, Churre salvó bajo palos el que pudo haber sido el tanto de la victoria visitante. En un córner lanzado al segund palo, Álvaro Cortés salió mal, Iago López remató de cabeza y el central marinense la despejó en la línea de gol.

Los últimos 20 minutos fueron de dominio granate, pero de mucho peligro de los madrileños a balón parado, con un Pontevedra que va a tener que mejorar mucho la faceta defensiva en las acciones de estrategia, sobre todo en el juego aéreo, para sobrevivir con garantías en una categoría muy diferente a la Segunda Federación, con más ritmo y rivales que pueden llevarse los partidos fácilmente solo con jugadas aisladas.