La temporada no empezó como se esperaba para el Pontevedra, que cedió un empate en la visita del Compostela a Pasarón, en un derbi en el que los granates fueron muy superiores en el primer tiempo –en el que no consiguieron más que una mínima ventaja de un gol–, pero en el que se fueron apagando a medida que avanzaban los minutos, con un Ángel Rodríguez que apenas movió banquillo ni supo encontrar soluciones frente a un rival que se hizo fuerte y a punto estuvo de llevarse la victoria.
Después de casi diez minutos sin ocasiones claras para ninguno de los dos equipos, con el Compostela con algo más de posesión de balón, se adelantó el Pontevedra por medio de Charles. El brasileño remató de cabeza en el primer palo un buen centro de Álex González, que se había internado por la banda izquierda tras un pase de Romay, dejando atrás al lateral visitante con un buen movimiento.
Intentó responder rápido el Compostela con una llegada por la banda derecha, pero la zaga granate estuvo muy atenta para evitar el remate de Escudero en el pico del área pequeña. A partir de ahí, el Pontevedra se empezó a sentir cada vez más cómodo sobre el césped y dispuso de alguna ocasión más para ampliar distancias.
Romay, especialmente inspirado con el balón, hizo un envío en profundidad a Álex González, que superó a Saro con un bonito autopase, pero el lateral se repondría para evitar in extremis el remate del extremo cántabro cuando ya se había internado en el área. Un centro de Brais Abelenda que cabeceó Charles y atrapó el portero y una falta directa de Oier que se estrelló en la barrera, y cuyo rechace Álex González envío alto, fueron algunos de los acercamientos del Pontevedra en solo los primeros 20 minutos de partido.
El Compostela, algo lento en la circulación, no encontraba fluidez en su juego, quizá también por el buen trabajo defensivo que hizo Javi Rey cubriendo de cerca a Josiño. Fue precisamente el pivote pontevedrés el protagonista de la otra ocasión clara de la primera parte, al marcar de cabeza en un córner lanzado por Oier, pero el colegiado lo anuló –erróneamente– por fuera de juego.
Superada la media hora de encuentro lo intentaba Brais Abelenda desde la frontal, pero su disparo lo atajaba Pato Guillén sin problemas después de que tocara en un defensa.
La aproximación de mayor peligro visitante fue en el minuto 40, en un intento de remate de cabeza de Escudero que Álvaro Cortés evitó. La primera parte acabaría con una triple ocasión del Pontevedra, con remates de Álex, Brais y Oier que no llegaron a ser lo suficientemente efectivos como para tocar la red.
Pero el guión cambió totalmente en la reanudación con la entrada al campo de Pablo Antas y Pablo Durán. Los dos cambios que introdujo el míster visitante, Rodri Veiga, descolocaron al Pontevedra, al que le costó adaptarse al nuevo sistema de su rival, hasta el punto de encajar el empate en el minuto 56; en el primer remate a puerta del Compostela en todo el partido, Pablo Durán superaba a Álvaro Cortés rematando solo en el segundo palo un centro desde la izquierda tras un error defensivo.
Solo cinco minutos después, Josiño acarició el 1-2 para los suyos con un disparo desde la frontal que salió rozando el palo.
El Pontevedra intentó reaccionar, pero la mayor profundidad de banquillo de los santiagueses se hizo notar en el tramo final, con los granates bastante cargados y sin la velocidad del primer tiempo. Aún así, a base de empuje, dispuso de alguna ocasión para volver a adelantarse, como una buena triangulación por banda derecha entre Seoane y Rubio, pero el pase raso del lateral se paseo por el área sin encontrar rematador. Después fue Brais Abelenda el que quiso colocar demasiado su remate y se le fue alto.
Tras una ocasión granate en la que se pidió penalti por dos manos del rival, se llegó a los últimos 20 minutos de partido, en los que el Pontevedra tuvo el balón, pero le faltó acierto y crear verdadero peligro. El Compostela se conformó con el empate, a pesar de que físicamente parecía en condiciones para ir a por el triunfo.
