Las cuentas difícilmente salen para el Pontevedra después de la derrota del pasado domingo ante el Compostela por 0-1 en Pasarón. Y es que el grupo está más apretado que nunca mientras el Pontevedra se va quedando atrás con pocas balas en recámara ya a tres partidos de que acabe esta primera fase de competición.

Meterse en los tres primeros puestos, que aseguran el paso a Segunda B Pro, o Primera RFEF, y la lucha por el ascenso a Segunda no es imposible, pero sí muy complicada. Ahí están Unionistas, Zamora y Celta B, separados entre sí por dos puntos.

Así que al Pontevedra más le vale meterse en el cuarto, quinto o sexto puesto.

En esas plazas están Compostela, Racing de Ferrol y Deportivo con apenas tres puntos de diferencia. En esta fase pasarían a jugar a doble vuelta con los equipos del subgrupo B y solo los dos primeros de cada grupo se meterían en la liga Pro, el resto permanecería en Segunda B.

El último y peor de los casos sería jugar la fase por la permanencia. Ahí los dos primeros y los cuatro mejores terceros se quedarían en Segunda B actual, que sería la cuarta categoría del fútbol, mientras los últimos cinco y el tercero con peor coeficiente bajaría a Tercera, quinta categoría.

Tres jornadas

El Pontevedra se sitúa tras la última derrota en el séptimo puesto, el primero de los de descenso, con 18 puntos a dos del Deportivo y a seis del Celta B.

Tres partidos le queda por disputar, Deportivo, Coruxo y Guijuelo, dos de ellos a domicilio. Nueve puntos fundamentales no solo para esta temporada sino para el futuro del club que debe luchar por permanecer matemáticamente en la misma categoría, es decir, hacerse un puesto en la Segunda B Pro.

Mientas tanto, el Pontevedra tiene tiempo para prepararse para esa maratón de infarto y es que el próximo fin de semana hay un parón en la competición que buena falta le hace a Luisito, que apenas ha tenido tiempo para entrenar tranquilamente al equipo.

Sea como sea, el 7 de marzo el Pontevedra tiene una cita vital en el campo de Riazor que debe saldar con victoria ante un rival muy complicado.