La Federación Gallega pretende que la actividad del waterpolo se reactive este mes de enero y para ello baraja dos modalidades de competición diferentes. La primera consistiría en una competición sin restricciones para las categorías absolutas, tanto masculina como femenina, y una modalidad de waterpolo adaptado, sin contacto para las demás categorías de base, desde cadetes hasta alevines.

En el caso de categorías absolutas, la propuesta de reiniciar la competición de waterpolo con contacto implica que se deben cumplir las exigencias en materia de protocolo sanitario impuestas por la Xunta, que pasan bien por competir con la mascarilla (opcion completamente inviable) o bien por realizar test de antígenos cada 15 días.

Por otra parte, para las categorías de base se propone un formato de competición sin contacto, con ataques y defensas en estático formando en arco y guardando las distancias de seguridad minimas recomendables. En este caso no sería necesario realizar ningún test ni prueba a los deportistas.