El Pontevedra ya ha vuelto al trabajo y lo hace, como todos los equipos de Galicia, con unos entrenamientos muy especiales, individualizados y sin contacto físico.

Esta primera semana será de adaptación, ya que los jugadores llevan entrenando más de cinco meses por su cuenta con las indicaciones del equipo técnico. Desde el club esperan que a partir de la próxima semana les autoricen a hacer entrenamientos colectivos.

Mientras tanto el grupo de Jesús Ramos trabaja con ejercicios preventivos de cara a las posibles lesiones que podrían surgir después de tanto tiempo sin competir y prepara la musculatura de los futbolistas antes de hacer ejercicios más agresivos. Los jugadores granates realizaron durante la mañana de ayer diferentes circuitos de manera individual, trabajos con balón y ejercicios con pesas.

El equipo entrenará por el momento de lunes a sábado, dejando el domingo como jornada de descanso.

Este primer entrenamiento oficial, ya que el grupo ya se reunió el pasado lunes, ha llegado con novedades y es que en él se ha dejado ver a Ibrahim Baptiste, que ya ha trabajado en otras ocasiones con el club, a los mandos de Jesús Ramos como parte del equipo técnico.

Además los jugadores han repetido las pruebas PCR, que ya se hicieron a comienzos de agosto junto al reconocimiento médico, para volver al trabajo con la máxima seguridad posible.