Después de una gran primera parte, en la que llegó a tener hasta siete ocasiones para marcar, incluido un tiro al palo de Álex González en el primer minuto de partido, el Pontevedra acabó perdiendo por la mínima ante el Oviedo B y se asoma a la zona comprometida de la clasificación, cerrando la jornada a solo dos puntos del descenso y con un calendario de lo más exigente por delante, empezando con la visita al Atlético de Madrid B del próximo fin de semana.

El equipo de Carlos Pouso tuvo dos caras: una que rozó la excelencia en la primera parte -pues solo le faltó el gol-, con juego fluido, variedad de propuestas ofensivas y muchas ocasiones de gol, y otra muy mala en una segunda parte en la que el Oviedo B se sintió más cómodo sobre el césped ante un rival al que le entraron las prisas, probablemente por la necesidad de romper la mala dinámica de las últimas semanas. Esta derrota supone el noveno partido consecutivo sin ganar para el conjunto granate, uno de Copa del Rey contra el Ibiza (0-2) y ocho de liga, en los que ha sumado solo tres puntos de los 24 en juego.

El remate al palo de Álex González en el primer minuto de encuentro, tras recibir un pase de Rufo, fue como un augurio de lo que iba a ser la primera parte para el Pontevedra. El equipo granate tuvo numerosas ocasiones y de todos los colores, pero todas acabaron igual: sin tocar red.

El cuadro local controló totalmente el ritmo del partido y fue superior a un Oviedo B que, aunque en defensa sufrió mucho cuando el Pontevedra llegaba rápido y vertical, dejó alguna aproximación de peligro al área de Edu, lo que sirvió también para que los de Pouso no se confiaran demasiado.

Lo intentó Álex Fernández en dos ocasiones seguidas, primero en una falta directa muy lejana que atrapó el portero en dos tiempos y después rematando de volea un córner lanzado por José García, obligando a Berto a estirarse para despejarla. Respondió entonces el Oviedo B con una jugada similar: un córner desde la izquierda que remató Riki buscando la escuadra, enviando Edu de nuevo a saque de esquina.

Superado el minuto 20, Nacho López pondría un centro desde la banda derecha que se le quedaría algo bajo, pero Rufo, adelantándose al defensa, lograba cabecear lanzándose en plancha, fácil para el portero. Por la izquierda llegaría después un centro de José García que Bustos, aunque el balón se le había quedado un poco atrás, remató de primeras, salvando in extremis con el pie Berto, quizá el hombre más destacado en la primera parte.

Tras esta ocasión tan clara y de una falta directa de Álex Fernández fácil para el portero, respondió el Oviedo con otra aproximación de peligro por banda derecha que acabó con un remate de primeras de Vanderson que Edu rechazó in extremis. Solo dos minutos después lo volvería a intentar el mismo Vanderson desde lejos, relativamente fácil para el capitán granate a pesar de que la pelota hizo un extraño en su camino a portería.

La última ocasión del primer tiempo fue granate. Bustos robó en banda derecha, progresó y asistió a José García, que cruzó demasiado su disparo.

Con la sensación de que el Pontevedra había merecido más se retiraron ambos equipos a vestuarios. En la reanudación, el Oviedo B ajustó su defensa y su centro del campo y a los granates les empezó a costar mucho pisar el área rival con peligro. Los de Pouso perdieron fluidez con el balón y los minutos jugaron en su contra, siendo víctimas de la ansiedad por la necesidad de salir de su mala dinámica, lo que les hizo abusar del juego directo y caer en precipitaciones. Así, la primera ocasión clara fue visitante, en una llegada por banda derecha de Jorge Mier que centró raso hacia Cueto, su remate fue casi más una prolongación sin querer y Nacho López evitó que Villacañas llegara en el segundo palo para rematar a gol.

En una jugada prácticamente calcada llegaría el 0-1. Fue en el minuto 69, en una contra del Oviedo B llevada por Jorge Mier por banda derecha, que progresó y centró raso al segundo palo, donde Obeng solo tuvo que empujar la pelota para marcar.

Intentó reaccionar el Pontevedra, pero con más corazón que cabeza. La primera ocasión de la segunda parte llegaría en el minuto 84, un remate de cabeza de Adighibe que salió por encima del larguero. A dos minutos para el final, de nuevo el nigeriano probó suerte desde lejos, saliendo la pelota alta. El partido acabó con el Oviedo B intentando sentenciar a la contra, con Berrocal tendido en el césped al recaer de su lesión y con la grada mostrando su descontento y empezando a señalar al banquillo.