El Peixe Galego afronta esta noche un nuevo compromiso liguero en el que intentará sumar la que sería su tercera victoria de la temporada en la liga LEB Oro, en la que continúa como colista. Sin embargo, las buenas sensaciones que el equipo marinense tuvo en sus últimos partidos, contra el Valladolid (69-75) y el Cáceres (95-89), invitan al optimismo a los hombres de Javier Llorente, en plena línea ascendente.

El Granada será el rival que visite el pabellón de A Raña esta noche (20.00 horas), en un encuentro para el que Javier Llorente podrá disponer de todos sus efectivos. El técnico espera la mejor imagen de los suyos, la misma que les hizo poner contra las cuerdas al líder de la categoría, el Valladolid, en el último encuentro disputado en casa y que los mantuvo con vida hasta los últimos compases del envite contra el Cáceres.

El club también espera mayor equilibrio arbitral en la señalización de las faltas del que padeció en tierras extremeñas, donde las personales a favor de uno y otro conjunto estuvieron desequilibradas de forma muy clara a favor del bloque de Cáceres (31 a 16).

Con el crecimiento en el apartado ofensivo de las últimas dos citas y la mejora de jugadores que habían atravesado un pequeño bache, el Peixe Galego confía en romper su racha de cinco derrotas consecutivas que lo mantienen como colista de la tabla, a cuatro triunfos de una permanencia que marca el Oviedo.

La mejora en los porcentajes de lanzamiento exterior permitió al colectivo marinense crecer, pero el bloque debe ahora retomar el nivel defensivo de los primeros meses de la liga para poder aspirar a triunfos.

Esta noche tendrá enfrente a un Granada muy irregular, lejos de las plazas de play off y con una sola victoria de margen con respecto a los puestos de descenso, con un balance de 7-12. La pasada semana puso fin a una racha de cinco derrotas consecutivas batiendo en su casa al Huesca (71-54). En el partido de la primera vuelta, el cuadro andaluz venció con autoridad al Peixe por 83-56.

El equipo granadino presume de ser el segundo mejor reboteador de la competición, con 35,8 capturas por encuentro gracias, en parte, a la aportación de Earl Watson, jugador de una gran potencia que ocupa el cuarto puesto en este ránking (7,47 rebotes por envite, de los que más de la mitad son en ataque, 3,79). El juego coral es la principal arma de un rival que intentará dar un paso hacia la permanencia en Marín.