Un proyecto nuevo, pero con la misma ilusión y ambición de los últimos años, es lo que ha puesto en marcha el Poio Pescamar, que mañana arranca la competición liguera en la División de Honor visitando nada menos que al Burela (pabellón de Vista Alegre, 16.15 horas), vigente campeón de liga, probablemente el equipo más fuerte a nivel nacional y en el que, además, hay dos viejas conocidas: Jenny Lores y Ale de Paz.

A las rojillas les toca empezar fuerte la liga, con un calendario muy exigente en las primeras jornadas, a lo que hay que sumar los numerosos problemas físicos que ha arrastrado la plantilla en la pretemporada, que tal y como apunta el técnico, Raúl Jiménez, "se nos ha hecho corta, estamos todavía en proceso de adaptación. Mala no ha sido, porque hemos tenido semanas buenas y los partidos yo los valoro como positivos, porque hemos estado a buen nivel, y me quedo también con la aportación de las chicas de la cantera, que han demostrado que podemos contar con ellas. Creo que hemos ido a más".

La única baja segura será Iria Saeta, con un edema en un pie, pero hay varias jugadoras entre algodones, como Daniela, con molestias en la cadera; Escribano, con un golpe en la espalda; Caridad, con problemas en los isquios; Clara, con molestias en los cuádriceps; Silvia, que sigue con la rodilla tocada, e Irene, que ha sufrido una reacción alérgica en la piel.

Y a pesar de todo el Poio no ha perdido ni un ápice de la ambición que le caracteriza, sobre todo teniendo en cuenta el cambio en el sistema de competición de esta temporada, con la creación de un play off por el título que disputarán los cuatro primeros clasificados al final de la liga. Pero Jiménez no quiere mirar tan lejos, prefiere ir partido a partido valorando las aspiraciones reales del equipo. "Sé que el objetivo que se plantean algunos es alcanzar el cuarto puesto, pero ahora mismo nos tenemos que centrar en el partido de este sábado. Es ilusionante, porque sabes que se te abre la opción de pelear por ganar la liga si llegas en un buen pico de forma. Pero cuando llegue enero o febrero, veremos dónde estamos y a qué podemos aspirar", apuntó el técnico, que además considera que el nivel de la categoría ha subido, "este es un deporte que crece exponencialmente, los clubes cada año fichan mejor, hay cada vez más jugadoras extranjeras y el nivel va subiendo".

Seis caras nuevas en la plantilla, incluida la del propio entrenador, hacen que Jiménez se centre en "trabajar para conjuntarnos lo antes posible, porque las jugadoras nuevas vienen de equipos muy diferentes e incluso las que estaban del año pasado tenían un sistema distinto. Tenemos calidad en el equipo, el día que la sumemos y estemos todas en la misma línea podremos aspirar a grandes cosas, pero de momento estoy preocupado por que las chicas jueguen todas a lo mismo".