"Sabíamos que estábamos jugando contra un gran rival que es el Pontevedra. Ellos se han visto sorprendidos en la primera parte pero sabíamos de la dificultad del partido", declaró el entrenador del Fabril, si bien recuerda que "los partidos siempre duran 90 minutos y nosotros estamos teniendo un problema de continuidad, y eso son errores que tenemos que ir puliendo poco a poco".

El técnico quiere buscar la crítica constructiva "y por eso me voy a quedar con la primera parte que hemos hecho, que yo creo que nadie podría esperar esa primera parte, pero está claro que el partido lo hemos podido perder en la segunda mitad", declaró.

Sobre la situación del equipo el técnico aseguró que "no nos ha entrado miedo, sino que es la situación clasificatoria en la que el equipo se encuentra, porque esta segunda parte, si estuviésemos con siete o seis puntos más no la habríamos visto. A lo mejor hubiésemos perdido, pero de otra manera, hubiésemos perdido queriendo jugar a fútbol, teniendo pérdidas, pero no de esta manera".

También destacó "el gran mérito del equipo rival; tengo que felicitar al Pontevedra por esa segunda parte, por esa intensidad, que es lo que nos ha penalizado", dijo. Al margen del estado del terreno de juego y la lluvia, "el rival también juega y es un gran equipo y han hecho una gran segunda parte" , añadió.

"Esto nos tiene que servir para aprender y para saber que los partidos duran noventa minutos y que hasta que no pita el árbitro el final esto no termina", subrayó el técnico. En todo caso y "pese a los errores que se haya podido cometer, estoy contento del trabajo del grupo, más allá de los cuatro puntos que hemos conseguido, estoy contento de la involucración que tienen", dijo sobre sus jugadores. "Tenemos que tener muy claro que cada partido va a ser un partido vital", advirtió.