La jugadora del Poio Pescamar y capitana de la selección española sub 18 Antía Pérez se perderá lo que queda de temporada al sufrir una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. La futbolista se lesionó durante el partido por el tercer y cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se están celebrando en Buenos Aires, en un lance fortuito en la segunda mitad del encuentro, persiguiendo a la jugadora de Bolivia María Gálvez.

La resonancia a la que fue sometida Antía en la mañana de ayer confirmó los peores presagios. La futbolista regresará mañana a España junto al resto de la expedición tras haber ganado el bronce en el torneo intercontinental.Junto a ella regresará también la otra jugadora del Poio Pescamar que participó en la competición, Carol Agulla, otra futbolista importante la selección sub 18.

En el Poio Pescamar todavía están asimilando la noticia, que ha caído como un jarro de agua fría entre el cuerpo técnico y la dirección del club, pues Antía estaba llamada a ser una pieza importante en el primer equipo esta temporada. Por ahora, el presidente de la entidad, Juanjo García, no ha tomado una decisión sobre si se buscará un fichaje que cubra la baja de la pívot, pues lo más probable es que se pierda lo que queda de temporada.

La ausencia de Antía Pérez será, por tanto, un contratiempo importante para el conjunto que dirige Dani Díaz y que el domingo reanudará la competición en la División de Honor Femenina con la visita del Sala Zaragoza (12.00 horas) tras el aplazamiento de las dos últimas jornadas precisamente por la presencia de Antía y Carol en los Juegos Olímpicos de la Juventud.

Desde su posición de pívot, Antía es una de las jugadoras con más progresión y en la primera parte del encuentro en el que se lesionó había marcado dos goles, a los que hay que sumar los cuatro que logró contra Trinidad y Tobago.

Además de por su valor deportivo, la futbolista destaca por su carisma dentro del vestuario tanto de la selección española como del Poio Pescamar y por ello ha sido una de las jugadoras más queridas por los voluntarios de los Juegos Olímpicos de la Juventud, que le hicieron un pasillo y la aplaudieron tras la dolorosa derrota ante Japón en semifinales.

A pesar de sus fuertes dolores, la capitana de la selección sub 18 no quiso perderse la celebración y la recogida de la medalla de bronce junto a sus compañeras, subiendo al podio con muletas.