El Pontevedra volvió de vacío tras su visita a Boadilla del Monte al Inter de Madrid tras hacer un más que digno partido y controlarlo durante al menos 55 minutos teniendo ocasiones más que de sobra para haberse puesto por delante en el marcador y solo la magistral actuación del portero local Miguel Ángel evitó el tanto visitante. Tras el 1-0 del Inter el Pontevedra acusó el mazazo psicológico, no pudiendo reponerse y terminó sucumbiendo ante los madrileños con un resultado demasiado abultado tras el trabajo desempeñado por los de Luismi.

Pronto comenzó el Pontevedra llevando el peligro sobre la portería local, en el primer minuto de juego Javi López conectaba una volea que se marchaba desviada a la izquierda. Poco después de nuevo Javi López centraba desde la derecha en el ataque del Pontevedra y Pedro Vázquez en el segundo palo y con un remate acrobático obligaba a Miguel Ángel a hacer la primera intervención de la mañana.

La respuesta de los locales llegaba en el minuto 8 con un disparo lejano de Alfonso que Edu conseguía desviar a córner.

De nuevo el Pontevedra se dejaba ver por las inmediaciones del área local con un tremendo disparo lejano de Pedro Vázquez que Miguel Ángel volvía a desviar de la mejor forma que pudo. El tanto visitante comenzaba a adivinarse en el horizonte con el equipo pontevedrés controlando el partido y llegando con peligro en los metros finales. Antes de llegar al final de la primera parte todavía hubo tiempo para dos ocasiones más de los visitantes. Centro de Romay desde la derecha al área donde aparecía Berrocal para cabecear el balón pero su remate salió muy centrado a la posición de Miguel Ángel. Y la segunda y última ocasión para los de Luismi Areda llegaría en una jugada de estrategia, falta desde la frontal y la pelota quedaría muerta y a merced para que Adrián León disparase aunque salió por encima del marco.

En el 36 llegó la mejor ocasión para los madrileños y seguramente de la primera parte. Falta en la frontal que bota con la izquierda Álvaro Muñiz, disparo tremendo que sale recto hacia la escuadra izquierda donde tuvo que llegar Edu con la manopla derecha y desviar a saque de esquina.

La segunda mitad comenzaría como terminaron los primeros 45 minutos: con el Pontevedra encima del Inter. Berrocal empalmaría un balón que le llegó estando en el pico izquierdo del área yéndose su disparo desviado. Un minuto después un contragolpe llevado por Pedro Vázquez manda la pelota al segundo palo donde entraba Mouriño que lanzándose en el aire conseguía impactar con la pelota pero su remate iría al muñeco y Miguel Ángel atrapaba sin problemas. Una ocasión más antes del principio del fin. En el minuto 48 una falta en la frontal que saca Mourinho poniendo la pelota con maestría por encima de la barrera pero el omnipresente Miguel Ángel conseguía volar desde el otro lado para poner una mano fuerte y conseguir en un primer momento despejar el balón cuando el banquillo del Pontevedra ya estaba en pie dispuestos a celebrar el gol.

En el 54 llegó la jugada que cambiaría la orientación del partido. Internada por izquierda de Álvaro Muñiz por la izquierda, bicicleta y Romay mete la pierna para derribar al mediocentro local. Penalti que el colegiado andaluz no dudó en señalar y que fue muy protestado por los aficionados y jugadores del Pontevedra. Poco después se encargaría de transformarlo Rubén Ramos engañando a Edu en el lanzamiento.

Tras el gol el Pontevedra se vio muy afectado psicológicamente y pocas veces más llegaron a la portería del Inter con peligro con opciones de igualar la contienda. De las pocas reseñables fue un cabezazo de David Castro al segundo palo tras un centro desde la derecha en una falta directa que se marchó a escasos centímetros del palo derecho de la portería del Internacional de Madrid. La diferencia en el marcador se amplió con una pizca de suerte. Contragolpe madrileño que terminó en la zona derecha donde Rafa Mella conectó un disparo que rozó levemente en el pie de un defensor haciendo que la dirección del disparo cambiase y la pelota se alojó en las redes de Edu por el palo corto sin que nada pudiera hacer el arquero. Con el Pontevedra ya deshecho llegó el 3-0 definitivo. Córner desde la derecha que en el corazón del área Pina cabeceaba a la red para certificar la victoria del Inter.