El Pontevedra salvó un punto en la visita del Valladolid B a Pasarón. El encuentro fue muy gris por parte de las dos escuadras, especialmente la primera parte de la granate. Con un sistema de tres defensas y dos carrileros, el equipo de Luismi no se encontró cómodo y optó por constantes envíos en largo que no tuvieron ninguna efectividad.

El cuadro visitante, que en el primer acto se mostró más activo, se adelantó al filo del descanso por medio de Pablo, cuyo remate rebotó en la defensa y despistó a Edu.

La segunda parte comenzó igual que la primera, pero el Pontevedra fue creciendo poco a poco en intensidad, que no en control. Luismi dio entrada a Javi Pazos en el minuto 68 y cinco después fue objeto de penalti por parte de Mario. El delantero marinense convertiría la pena máxima para poner el definitivo 1-1 en el marcador.