El Sevilla Fútbol Club nunca se rinde. Y ese lema se lo inculcan en el club a los jóvenes desde bien pequeños. Solo así se puede entender el triunfo del equipo hispalense en Pontevedra,en un Torneo Internacional Benjamín que cumplía su vigésima edición y ya se ha convertido un referente del fútbol base en la comunidad.

Pero no todo mérito del triunfo del Sevilla se puede asociar a su casta. Porque el equipo hispalense fue mucho más que eso. Los jóvenes sevillistas demostraron carácter, pero también ofrecieron el mejor fútbol en un torneo de alto nivel que trajo a Pontevedra durante el fin de semana a lo mejor de varias de las canteras más importantes de España y Portugal, mezcladas con las referencias locales y provinciales.

Tras día y medio de emocionantes partidos, Sevilla y Benfica, justos finalistas, echaron el cierre a este año con una trepidante final con intercambios en el marcador y momentos para ambos. Comenzó anotando pronto el cuadro lisboeta, con un tanto de Leo que culminó una gran triangulación. Pero el golpe no afectó al Sevilla, que en dos chispazos le dio la vuelta al partido. Mario, dominador del encuentro, avisó con un chut al larguero y poco después, aprovechó un robo en la presión para anotar un golazo de volea tras bote. Sin apenas tiempo para respirar, el eléctrico Piña ganó un balón largo por la izquierda, se fue de su par y definió al primer palo como si de Ben Yedder se tratase.

El Sevilla ya mandaba, pero poco le duró la alegría. Porque Stevan, auténtico motor de las Águilas en el centro del campo, se fue de tres rivales por calidad y físico y cedió para que el habilidoso Ze Neto pusiese el empate sobre el descanso.

Parecía que el encuentro iría igualado al parón, pero entonces apareció Espinosa. El zaguero se marcó una gran jugada desde atrás, tuvo temple y esperó la llegada de Mario, que destrozó el esférico en boca de gol para madar a los suyos por delante 3-2 al intermedio.

El partido era un disfrute para la vista y al poco de la reanudación, el espléndido Mario quiso redondear su actuación con un chutazo desde fuera del área inapelable para Santiago. Era el 4-2 y su hat-trick.

El Benfica, actual campeón, estaba contra las cuerdas. Pero entonces apareció Ze Neto para inventarse peligro donde no había nada. El zurdo penetró en el área y fue derribado. Leo anotó de penalti el 4-3. Quedaba un mundo.

Pero entonces, el Sevilla sacó su oficio y supo hacer que se jugase muy poco. Marchena se adueñó del ritmo del partido, bajo revoluciones y el conjunto hispalense trabó el choque para llevarse la copa, de forma más que merecida, a la capital andaluza.

El derbi, a penaltis

Pero si emocionante fue la final, no lo fue menos el tercer y cuarto puesto. Deportivo de La Coruña y Celta de Vigo se medían en el partido por el bronce después de no haber sido capaces de obtener plaza en la final.

En las semis, el equipo herculino cayó con justicia 2-1 ante el Sevilla, que plasmó su dominio con tantos de Mario y Curro. Mientras, el Celta compitió de tú a tú al Benfica, que acabó imponiéndose en el tramo final por un engañoso 4-2. Ze Antonio puso el 1-0, el cuadro celeste remontó 1-2 con dianas de Bryan y Bruno. Pero a poco del final, Stevan la metió por la escuadra y con el partido roto, Ze Antonio y Leo sentenciaron.

El choque por el tercer y cuarto puesto estuvo igualadísimo. Celta y Dépor alternaron el dominio. El cuadro herculino tuvo más el balón y llevó el peso del choque ante un bloque olívico que tuvo las mejores ocasiones, desbaratadas por un gran Joel para llegar al final de los 25 minutos con 0-0. En los penaltis, el portero celeste detuvodos lanzamientos y dio el bronce a los suyos.

En quinta posición quedó el Sporting de Portugal. Sexto fue el Val Miñor, que se coló por delante de Real Sociedad (séptimo), Athletic (octavo) o Sporting de Gijón (undécimo). Mientras, el Portero 2000, organizador del torneo, logró un meritorio décimo puesto.