Jugar en División de Honor Plata no equivale a poder vivir del balonmano y, ni mucho menos, hacerlo de por vida. Por ello, son muchos los jugadores que compaginan su afición al balonmano con un trabajo o estudios. Y cuando estos últimos mandan... todo lo demás queda atrás.

Es el caso de Álex Chan, que está cerca de acabar el Grado de Ingeniería Industrial en la Universidad de Vigo. Al pontevedrés le surgió la oportunidad de hacer el proyecto final en París. Pero para ello debía abandonar Galicia este último cuatrimestre de curso. Y decidió hacerlo.

Era "una gran oportunidad" que, además, le permitirá retomar el francés y regresar con un idioma más en su haber (su madre es hablante nativa de inglés).