Luisito se marchó más decepcionado con el resultado que con el juego de su equipo ayer en Cerceda. Para el entrenador granate, su equipo hizo méritos para, al menos, no perder.

"No sé qué más tiene que hacer un equipo ya no para ganar, sino para no perder. Decidme las ocasiones de gol que ha tenido el Cerceda. Decidme solo una, sacando el gol", afirmó ayer el técnico en la sala de prensa. El de Teo cree que el equipo pecó de errar algunas ocasiones "clarísimas" y que el rival les castigó en su único acercamiento al área. "Si me dices que vienes aquí y que el Cerceda tiene tres o cuatro ocasiones de gol y al final pierdes 1-0... Pero si me dices que no tuvieron ni una sola ocasión en 90 minutos, salvo el despiste que tuvimos en el gol, que es un error nuestro, más que un acierto suyo."

Luisito destacó el trabajo defensivo de los suyos, que estuvo "bastante bien" a su juicio" al "no pasar apuros" jugando fuera de casa.

Por eso cree que no se puede cargar contra sus futbolistas. "Al equipo no le puedo reprochar nada, estuvo intenso estuvo agresivo. Es difícil jugar en un campo con estas dimensiones, aunque eso es para los dos. Pero si alguien propuso algo de fútbol fuimos nosotros. Ellos jugaron al contraataque largo, pero sin crear ni una ocasión porque en defensa estuvimos bastante bien".

La acumulación de futbolistas rivales en el centro del campo dificultó el juego por dentro, de ahí los cambios de la segunda parte, con los que buscaba abrir el juego, según explicó. Cree el jefe del banquillo granate que "la temporada pasada, fuera de casa, sin hacer tanto como hoy ganamos partidos, incluso alguno en casa."

"Mal acostumbrados"

En cualquier caso, Luisito quiso dejar claro su optimismo de cara a la evolución del equipo en próximos encuentros; pero volvió a recordar la humildad como condición de partida. "Ahora estamos de "no quiero". Pues hay que apretar los dientes y tirar para arriba. Esto solo se saca a base de trabajo y trabajo, no se gana de otra manera" y añadió: "El problema es que estamos mal acostumbrados porque con muy poco llegamos al play off y la gente pensaba que íbamos a arrasar, que íbamos a ponernos líderes desde el primer partido. Y no". "Posiblemente soy la única persona en Pontevedra que tiene fe ciega en los futbolistas, pero estoy convencido de que el equipo va a tirar para arriba".