La marcha de Jacobo Trigo (Baiona, 1988) ha generado debate en el entorno del Pontevedra. No por su salida en sí, que ya parecía evidente, sino por el destino. El mediocentro, clave la temporada pasada, firma por el Racing de Ferrol.
- Se va del Pontevedra como anunció el pasado jueves, pero ayer firma por el Racing de Ferrol. Ha levantado polémica su fichaje por un rival directo en lo deportivo y lo sentimental.
- Cada uno es libre de pensar como quiera. Sé que hay rivalidad entre el Pontevedra y el Racing de Ferrol, pero al final nuestra vida no solo se basa en el fútbol. Somos personas como los demás. Tenemos novia y tenemos estudios. Entonces, el haber firmado por el Racing no solo se basa en una decisión futbolística. Mi pareja tiene un trabajo en la zona y yo podré terminar de estudiar Ingeniería.
- Tenía ofertas importantes. Además del propio Pontevedra estaba la del Logroñés, que me imagino que también le tiraría mucho. Pero el hecho de poder unir estudios con pareja y mantenerse cerca de su familia fue clave.
- Y el Burgos también se interesó mucho en mí. Pero al final tienes que mirar todo en conjunto. La familia es fundamental para elegir tu futuro. El año pasado tenía mejores ofertas y decidí que Pontevedra era un buen sitio para firmar. Rechacé ofertas mejores.
- ¿Le fastidia ahora que un sector de la gente aficionada al Pontevedra diga que se va por el dinero cuando el año pasado no primó el aspecto económico?
- No demasiado. Sé que no es verdad. Me fastidia más el odio. Convivir con odio es malo y dañino. Pero cada uno puede sacar la conclusión que desee. Yo hice todo lo posible para que el equipo estuviese lo más arriba que se pudo. Defendí la camiseta como ningún otro. Espero que me recuerden por eso, no porque me fui al eterno rival, entre comillas.
- Precisamente habla de eterno rival. ¿Entiende que haya gente que se posicione en su contra por ir al Racing?
- Por supuesto. Yo lo entiendo porque también soy aficionado de otros equipos. Pero también hay que entender que al final, un futbolista en Segunda B no va a ganar tanto dinero como para vivir siempre del fútbol. Tengo que mirar también por mi entorno y mi futuro profesional.
- ¿Cambia esta forma de salir su percepción del club o la afición?
- No, para nada. Todo lo contrario. Aparte de críticas, también he recibido muchos años. Igual más. Significa que la afición del Pontevedra es única. Nos apoyó durante todo el año y a final de temporada conseguimos algo grande. Logramos devolver la ilusión a la ciudad y ojalá ahora sigan apoyando al equipo.
- Sabiendo que ahora mismo su futuro inmediato es el Racing, imagino que no se cierra la puerta a volver. Entiendo que se va con buen sabor de boca.
- Por supuesto que me voy con buen sabor. Pero yo ahora tengo que defender el escudo y la camiseta del Racing de Ferrol. Aunque yo nunca deseo el mal ajeno. En el club estuve muy a gusto. Es como si estuviera en mi casa. Me han tratado genial. Nunca le voy a desear el mal aunque haya esas rencillas deportivas entre clubes.
- ¿El Racing de Ferrol le ha presentado un proyecto con el objetivo de subir a Segunda?
- Bueno, hablar de subir es muy fuerte. La idea es estar lo más arriba posible, como el Pontevedra. Al fin y al cabo estos equipos grandes con historia siempre tienen que mirar hacia arriba e incluso intentar ascender. Pero sabemos que es un camino largo y no se puede hablar de ascenso, solo de empezar bien la temporada. Hay que conseguir la salvación y luego soñar.
